Karen Batres / Nuestra basura

AutorKaren Batres

En días recientes, EL NORTE ha reportado que somos, por un lado, un pueblo que desacata las normas de limpieza en cuestión de tiraderos de basura, y por otro, que tenemos dificultades para ejercer la debida autoridad al controlar los aspectos de la vida humana que amenazan al medio ambiente.

Dos aspectos importantes son el dinero y la población. El primero falta y la segunda sobra.

Otro aspecto parece ser una desorganización endémica entre Estado y municipios, entre Gobiernos y fuentes de basura (que con frecuencia incluyen a los mismos Gobiernos estatal y municipales).

La basura es un tema poco romántico, pero vital. El problema ha llegado a extremos tales que ya se encuentran libros enteros dedicados al hediondo asunto. Es así porque la basura a nivel mundial está fuera de control.

En el 2017, el Washington Post reportó que el mundo producía más de mil millones de toneladas de basura al año. Una parte llega a tiraderos formales, una parte a tiraderos clandestinos como los que se han hallado en áreas rurales del Estado, una parte se quema (no siempre en condiciones adecuadas) y mucha simplemente es depositada donde caiga.

El mismo reportaje informó que en Holanda, que cuenta con sistemas sofisticados de reciclaje, los residentes tiran alrededor de 400 mil barras de pan al día. Apenas se puede creer.

Si se hiciera una cola de camiones transportadores llenos de la basura que se desperdicia diariamente en el mundo, ésta llegaría a medir casi 5 mil kilómetros.

El país vecino es líder mundial en desperdiciar alimentos: se tira la tercera parte de todo el alimento producido en Estados Unidos.

Hay una lógica en todo esto: los países que más consumen son los más ricos, mientras que en el mundo no desarrollado, el reciclaje a nivel popular es una estrategia de supervivencia.

En las grandes montañas de desperdicios de Brasil, la India, México y otros lugares, los pepenadores viven en, y de, la basura. Muy acertado el dicho que reza que la basura de uno es el tesoro de otro. Un tesoro muy pobre, por cierto.

Durante años, China sirvió como un importador de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR