Juzga Flores imposible restaurar su mural

AutorCarmen Alvarez

'¡No voy a permitir que hagan una caricatura de mi propio trabajo!". Así responde Jorge Flores, autor de Apocalipsis Cosmogónica (1967-1968) en el Casino de la Selva , el más dañado de los murales del Casino de la Selva de Cuernavaca, a la propuesta del INBA de restaurar in situ las pinturas que los trabajadores de Costco-Comercial Mexicana destruyeron a golpe de cincel y de martillo.

En entrevista, Flores insiste en que no hay manera de restaurar su mural, dañado en 80 por ciento, porque los nuevos dueños del ex hotel tiraron bóvedas y paredes, y ahora lo único que queda es volverlo a hacer, lo que va a costar mucho dinero.

"Allí dejé embarrados cinco años de mi juventud, y ahora el señor Walter Boelsterly (director del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBA) me salió con la peregrina idea de que con los fragmentos que quedaron allí y con fotografías, que yo dudo que tenga, lo va a reconstruir. Me dijo: 'Nosotros para restaurar su mural no vamos a copiar su pincelada, vamos a reinterpretar y hacer que quede allí la memoria histórica de lo que usted pintó'".

Flores, cuya serie La conquista del espacio merece una sala de exhibición permanente en la NASA, asegura no entender cómo es posible que "una persona con ese criterio se haya enquistado en Bellas Artes por más de un sexenio", ya que se puede restaurar un mural que tiene hongos o manchas de humedad, pero no uno que está totalmente destruido y que sólo su autor puede volver a pintar.

"Nadie va a poder hacer mis pinceladas ni manejar el color como yo lo siento. Boelsterly desconoce mucho de creación, de derechos de autor, del valor cultural que tiene un mural, en el que la vanguardia de los grandes como Diego Rivera, Siqueiros, Orozco y Tamayo colocaron a México en el mapa del arte mundial".

El pintor relata que se encontraba en Boston cuando le informaron que Julio Mitre, consultor que recomendó a Costco-Comercial Mexicana la compra del Casino de la Selva, había declarado que los murales del ex hotel carecían de calidad artística y estaban parcialmente destruidos.

"Siento una rabia contenida de los diablos. Por fortuna me contacté con José Reyes Meza, con Paco Icaza y con la señora Miriam Lechuga, experta en derechos de autor, y juntos entablamos una demanda para exigir que se nos paguen daños materiales y morales por la destrucción de nuestra obra".

Pero Flores no parece dispuesto a dejar que lo "pisoteen" los inversionistas que quieren...

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