Justicia y pobreza

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Javier Cruz Angulo y Alejandra RíosInvestigadores del CIDEEL UNIVERSALMaría y Eraclio se casaron hace muchos años. Tuvieron ocho hijos y, a la fecha, tienen más de 20 nietos.María, quien no llega a los 50 años, estudió lo suficiente como para leer un poco y darse a entender por escrito. Es una mujer trabajadora y honesta frente a una situación que la rebasa en todas las aristas posibles: Eraclio está acusado de un delito grave y María entiende poco de cómo pasó y por qué, sólo sabe que hace aproximadamente un mes, alrededor de las nueve de la noche, la policía entró a su casa de dos piezas y se lo llevó. Al día siguiente, se enteró de que Eraclio estaba acusado del delito de abuso sexual, y 14 horas más tarde se encontraba en el reclusorio.María y sus hijas más cercanas contrataron de inmediato a un abogado que contactaron por terceros. El licenciado Vega cobró 10 mil pesos por defenderlo en la averiguación previa y anunció que el caso podía tomar algunos meses. Pasaron los días en los que el juez ratifica o niega la detención, sólo para confirmarla. En ese momento, se pagaron 10 mil pesos más. El abogado no pierde la compostura con el desarrollo de los hechos y anuncia la necesidad de un tercer pago para llevar las audiencias correspondientes, pero María gana mucho menos de esa cifra al mes. María no entiende nada de los laberintos de la justicia penal y pide el expediente para leerlo, entonces el abogado espeta: "si desconfía de mí, mejor contrate a otro abogado". Toma valor y decide cambiarlo.No es el punto dialogar sobre la inocencia o culpabilidad de Eraclio, sino precisar dos cosas (no únicas) sobre las que este caso nos alerta. La primera se refiere a la información que tiene un inculpado o su familia en un proceso penal. Aunque en todas las agencias del Ministerio Público hay una cartulina que indica los derechos del acusado, el problema es que el lenguaje técnico de la ley no es sencillo. Por ejemplo, es derecho constitucional conocer quién acusa y de qué se acusa, para poder ofrecer prueba en contrario. Es decir, el primer...

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