¡A jugar con las palabras!
| Autor | Yoana Rodríguez |
Hay palabras que hacen reír, otras que provocan tristeza, que construyen y otras que matan, juntas pueden dibujar paisajes, crear personajes, inventar historias y poner de cabeza las realidades en las que vives.
Es tanto su poder que con ellas se puede hacer y deshacer el mundo entero, de ahí la importancia y necesidad de leerlas, hablarlas, escribirlas y jugar con ellas hasta el punto de amarlas.
"Se piensa que la lectura está separada de la vida, pero ésta es la interpretación de la vida. Se lee cuando se mira el cuerpo del otro, el paisaje, las situaciones cotidiana y no sólo al agarrar un libro.
"La lectura es el medio para que,desde muy temprana edad, se adquiera el lenguaje para poder nombrar el mundo, comunicarnos, entender, expresarnos, mediar y hacer con las palabras", recalca Yademira López Barragán, gestora cultural y promotora de lectura con 20 años de experiencia.
A lo largo de su trayectoria Yademira ha visto cómo escuelas y programas culturales hablan de crear hábitos de lectura en los niños y de la importancia de leer durante su formación académica, pero es poco lo que se hace para crear espacios creativos que desarrollen el gusto por las historias que atesoran los libros.
"Estas campañas donde la tarea es leer 20 minutos al día no creo que den mucho resultado cuando no existe una convicción real. La obligación los hará hacerlo mecánicamente y podrán adquirir ciertas habilidades pero el gusto se logra con cariño y jugando", señala López Barragán, quien también es docente de teoría de la literatura infantil.
La propuesta que ella hace es a partir del juego en ambientes donde haya libros, que se cuenten cuentos como algo de todos los días para abrir las ventanas al conocimiento de la historia antigua, lo que sucede en otro lugares y saber cómo piensan otras personas.
Añade que padres y profesores también deben ser lectores para poder compartir y contagiar la emoción y el gusto que hay en escuchar, relatar y leer historias.
"Un hogar y una escuela donde se cuentan y se platican historias son espacios que fomentan la lectura. Niñas y niños se vuelven aficionados a los relatos y al lenguaje porque saben que las palabras consuelan, divierten, se sienten y hacen sentir a los demás", asegura.
Uno de los momentos que pueden convertirse en gratas experiencias de acompañamiento entre...
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