Juezas ejemplares

AutorCésar Martínez

En el país de los 61 mil desaparecidos, los jueces podrían desempeñar un rol crucial para impedir que esa cifra aumente, como ya lo han demostrado dos mujeres.

Se trata de las juezas de distrito Karla Macías, en Irapuato, Guanajuato, y Magdalena Hipólito, en Monclova, Coahuila, quienes asumieron al máximo sus facultades dentro de un juicio de amparo.

La primera logró determinar que militares desaparecieron a Juan Flores, y ordenó que se les investigara penalmente. La segunda confrontó personalmente a agentes municipales, y tiempo después el cadáver de la víctima, Juan Carlos, fue hallado en una zanja; su labor también ayudó a la liberación de otro joven que estaba desaparecido.

Ambas dejaron el escritorio y asumieron un papel casi de investigadoras, como proceso para resolver un amparo en su figura de habeas corpus, una medida legal mediante la cual se obliga a que una persona sea presentada físicamente ante el juez.

El actuar de estas dos juezas son el punto de partida del ex Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Ramón Cossío, para la elaboración de un protocolo de actuación para todos los jueces ante esos recursos legales bautizados como amparos buscadores.

Desde el 2012, cuando al final del sexenio de Felipe Calderón se filtró una lista oficial de 25 mil personas desaparecidas, la cifra ha aumentado con cada nuevo reporte. Para el 31 de diciembre de 2016, la entonces PGR informó al Senado que ya se superaban las 30 mil víctimas.

El primer Comisionado Nacional de Búsqueda, Roberto Cabrera, reveló, antes de dejar el cargo en enero de 2018, que el número era de 40 mil 180 desaparecidos. Y más recientemente, el 6 de enero de este año, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador actualizó los datos a 61 mil 637 desaparecidos desde los años 60, de los cuales más de 60 mil son denuncias hechas a partir del inicio del sexenio de Calderón, en 2006.

A la par, después de la reforma a la Ley de Amparo de 2013, en la que se les dio más atribuciones a los jueces para actuar ante desapariciones forzadas, los amparos buscadores también han aumentado, pero aún a niveles raquíticos, de 87 ese año a 137 en 2014, 188 el año siguiente, 240 en 2016 y 284 en 2017.

La mayoría, el 57 por ciento, fueron admitidos, pero en ellos el 84 por ciento de los sentidos de las resoluciones de los jueces fue el sobreseimiento, es decir que los juicios terminaron sin resolverse el fondo, según un estudio realizado por Javier Yankelevich, quien era investigador del Centro de Estudios Constitucionales de la SCJN.

En un caso desechado, el amparo indirecto 723/2017, la madre declinó ratificar su demanda porque su hijo le fue entregado, y aunque regresó golpeado y estuvo una semana desaparecido, no se investigó a las autoridades responsables.

En entrevista, Yankelevich, quien actualmente forma parte de la Comisión Nacional de Búsqueda, consideró que el amparo en su figura de habeas corpus está subutilizado por las víctimas, pero también por los jueces.

"En México esto no se conoce, se usa muy poco, los jueces mismos no acaban de ponerse de acuerdo qué es lo que la ley exige de ellos", explica.

"Karla Macías y Magdalena Hipólito son dos de las juezas más creativas jurídicamente y más valientes en un sentido material, de meter el cuerpo y buscar a...

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