Juego de éxito
| Autor | Mauricio Angel |
Hace casi 10 años, el mundo entero bailaba el "Gangnam Style", pero aunque la canción ya no está de moda, el éxito surcoreano no quedó en lo anecdótico.
Ahora grupos como BTS y Blackpink encabezan los rankings musicales, la película Parásitos dominó los Óscar de 2020 y la historia de Minari volvió a representar este año a su nación en las premiaciones.
El ejemplo más reciente del furor que causan los contenidos de Corea del Sur es la serie El Juego del Calamar, que a poco más de tres semanas de su estreno se perfila para ser el contenido de streaming más exitoso de Netflix.
Hwang Dong-hyuk, creador y director del programa, cree que más que una fórmula clara, estos logros responden a lo receptivos que son en su país, donde han integrado las visiones del mundo.
"La cultura pop coreana está recibiendo mucho amor y atención del mundo, he pensado en muchas teorías y creo que los coreanos estamos en una posición donde nos influyen las naciones fuertes alrededor.
"Estados Unidos, Japón, Rusia y China siempre están cerca de Corea y eso puede explicar porqué los coreanos siempre somos muy sensibles con lo que está pasando en el mundo, fuera del territorio coreano", reflexionó Hwang Dong-hyuk en encuentro virtual.
Pero, acotó el creativo, eso no implica que estén desprovistos de alma, pues su misión es siempre compartir su cultura, como logró al remitir en su emisión a juegos infantiles locales.
"En términos de cultura, no sólo pensamos en hacer para vender. Siempre pensamos en cómo dar a conocer al mercado global nuestra cultura y no cómo hacer un producto.
"Somos muy sensibles a las tendencias debido a nuestra situación política, estos factores crean una fuerza de atracción a la cultura pop coreana", afirmó.
Prueba de ello es que cuando creó el guión en 2009, nadie quería producirlo porque les parecía una historia demasiado irreal, pero hoy espectadores de varios países han conectado con la desesperación de los personajes y el sentimiento de derrota, recrudecidos por la pandemia.
"El mundo en el que vivimos es más cercano a lo que la historia nos cuenta y es muy triste decirlo. En 2009 la historia fue percibida como algo ridículo, muy surreal, algo muy extraño, pero 10 años después es aceptada como algo que podría estar sucediendo en alguna parte", consideró.
Aunque su...
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