Juegan y hacen negocio

REFORMA /Redacción

La mayor satisfacción de los propietarios de salones de fiestas infantiles consiste en mirar que el anfitrión y sus pequeños invitados son arrastrados por sus padres, a quienes suplican unos minutos más para seguirse divirtiendo.

"No me puedo sentir más satisfecho que cuando veo a un niño llorando porque quiere seguir jugando", afirma sonriente Ramiro Pérez Abuin, director y propietario del salón de fiestas Marynolo, uno de los más famosos en la colonia Del Valle.

Si al lector le interesa montar este tipo de empresas, no debe olvidar que tendrá enfrente a dos de los más difíciles clientes del mundo: las mamás y los niños.

Las primeras, sin ningún empacho dirán frunciendo la nariz: "está muy sucio" o "qué mal servicio". Lo peor es que todo el vecindario lo sabrá e incluso gente más allá de esas fronteras.

Y los segundos, tan sinceros al fin, exigirán de inmediato un "ya me quiero ir mamá" o "estoy aburrido", en cuanto no se sientan a gusto.

Poner un negocio de fiestas infantiles no es fácil, pero sí muy noble porque siempre habrá niños, y además madres que quieran consentir a sus hijos sin ensuciar ni maltratar sus casas.

Para tal fin, se requiere un salón de un área abierta no menor a los 100 metros cuadrados, juegos infantiles, sillas y mesas para adultos y menores, un servicio de primera e instalaciones adecuadas para los pequeños.

La inversión más importante y fuerte es la de los juegos infantiles, pues muchas veces es el niño quien decide, comenta Gustavo Silva, propietario de La Aventura de Woody.

Los juegos deben ser atractivos, modernos, coloridos, tratando de salir de lo tradicional, pero sobre todo muy seguros, para evitar accidentes.

De hecho, todos los rincones deben estar protegidos. Aunque los contratos de los salones de fiesta salvan de toda responsabilidad a sus dueños, siempre existe un compromiso.

Los juegos pueden ser desde el clásico carrusel, que no pasa de moda, hasta los llamados "juegos múltiples", tan usados en los restaurantes de comida rápida.

Según Pérez Abuin, de Marynolo, los precios de estos activos tan importantes pueden ser muy altos, principalmente los construidos a base de plásticos y que generalmente son importados; pero hay de todos los precios.

Se afirma que el equipo principal del salón infantil de la cantante Tatiana tiene un costo de 60 mil dólares, pero ésta no es una razón de fondo para descartar su incursión empresarial.

De acuerdo con Silva, con 100 mil pesos puede adquirir un...

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