Juebebes / La faena

En mi paseo por el Centro de esta bellísima Ciudad capital, me encontré con un lugar que tiene más de 60 años operando.

Cantina clásica, obscura, dijera este bonito tango de Carlos Gardel, "todo a media luz". Pues así está La Faena. Más que un lugar para comer, es un museo taurino, en donde pueden refrescar el alma los caminantes o turistas que visitan el Centro Histórico.

Está ubicada en lo que fue el Palacio del Marqués de Selva Nevada y que a finales del siglo XIX se transformó en el Hotel Mancera. Dedicado a Gabriel Mancera (1839-1925), diputado del Congreso de la Unión en 1867, senador en 1882, constructor del ferrocarril de Hidalgo y del Noreste.

La Cantina-Museo Taurino guarda en sus vitrinas trajes de luces de algunos novilleros y matadores de época como: Joselito Hureta, Lorenzo Garza, Luis Procuna, Juanito Escamilla, Carlos Arruza y Manolo Dos Santos, por mencionar algunos. (www.ritosyretos.com.mx)

Tiene una buena barra al fondo del salón. Si te acercas a ella, podrás ver una máquina registradora más vieja que la mismísima cantina.

Al cruzar la puerta te trasladas a un lugar de los años cincuenta, un poco más viejo y descuidado, pero acorde con la época. Paredes y techos de color blanco derruidos, un ventanal donde ves las pisadas de los paseantes del piso de arriba. Cortinas polvorientas que van con la decoración. Lo más moderno que se ve es una rocola en medio del salón. Tiene un escenario para cuando hay algún show o evento privado.

Hay botana que te la sirven con el primer trago que te tomes, a mí me tocaron tostadas de pata -buena- y quesadillas de papa -muy buenas-. Sí traes más estómago, hay una carta...

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