Juebebes / Covadonga

Ya estamos en 2015, ¡puf!, qué rápido pasa el tiempo. Mis amiguitos de la Universidad me invitaron a comer para cerrar el año.

En la comida les pregunté si sabían cómo se festejaba el fin de año en diferentes partes del mundo, y todos pensaban que se hacía igual que en México.

A mí me entró completita -la duda, mal pensados- y les voy a dar una información que encontré. Por ejemplo, en Alemania despiden el año brindando en honor a San Silvestre y reciben el Año Nuevo con fuegos artificiales para espantar los malos espíritus. En Rusia se celebra como la Navidad, porque ese día pasa por sus casas el abuelo de hielo. En China lo festejan por ahí de febrero, la fecha exacta es marcada por el calendario lunar, dura 9 días, imagínense la cruda. En Israel, el Año Nuevo judío se llama Rosh Hashanah, suele tener lugar en septiembre u octubre. En Japón son 108 campanadas y se tiene que pedir el mismo número de deseos. En México, además de comerse las 12 uvas y pedir el mismo número de deseos, se barren las malas vibras, se sale corriendo con las maletas para tener viajes, se brinda y nos ponemos bien Godínez. Pues fuimos a un lugar que abrió en 1950. La verdad, harto caro, qué bueno que ellos invitaron. Yo me zumbé una sopa de ajo, muy buena; un lechón, extraordinario, dos chelas y casi alcancé la...

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