Juebebes de cantinas / La Jalisciense

Me encontré con que la plaza es chica, pero pintoresca; hay restaurantes, lugares para tomar café y hasta un mercado.

Al dar el recorrido cultural por el antiguo barrio de San Agustín de las Cuevas, vi que a 20 metros de la parroquia y ex convento del mismo nombre (¡conózcanla!) hay una cantina que ayer cumplió 144 años.

Citaré algunas frases que encontré en su menú: "en la cantina existe la dicha inocua de perder el tiempo, la gente viene por el gusto de hacer y tener amigos reales para entablar una plática y poder tener la virtud de perder el tiempo de la mejor manera posible, porque de la puerta hacia adentro todos son iguales". ¿No mamenir el poeta? Qué cosa. Al leer completo el texto me dieron ganas de cambiarme el nombre y ponerme Pedo.

Les comento que la cantina no tiene más de 20 mesas, en el cristal donde hacen las tortas hay un letrero que dice "50 personas máximo". Boni, el mesero, me comentó que solamente han sido dos los dueños. El aroma es de cantina antigua, adonde vas a tomarte unos tragos y seguir tu camino; la barra y hasta el baño te remontan a los tiempos polvorientos de los caballos y los sombreros de charro.

¡Qué inspiración! Hasta me desconozco. Para que los parroquianos no tomen con la panza vacía, al pedir una chela o bebida espiritual te sirven un caldo de camarón, muy bueno; al segundo trago te están dando el guisado; a mí me tocó mole con pollo, excelente. Como llevaba harta hambre pedí media orden de paella $82, buena...

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