Juan Villoro / El virus también vota

AutorJuan Villoro

Se acercan las elecciones de Estados Unidos y la humanidad se pregunta si el país más poderoso del planeta seguirá en manos del hombre de piel progresivamente anaranjada que en sus mansiones dispone de excusados de oro y anunció que podría dispararle a alguien en la Quinta Avenida sin perder seguidores.

En su novela La conjura contra América, Philip Roth expone lo que habría pasado en caso de que el héroe de la aviación Charles Lindbergh le hubiera ganado las elecciones a Roosevelt. Antisemita y aislacionista, Lindbergh encabezó el movimiento "Estados Unidos Primero" con una retórica similar a la de Trump.

No faltan antecedentes para explicar la ascensión del magnate de Queens. Sin embargo, numerosos analistas consideran que la popularidad de Trump es irracional e inexplicable. Es cierto que el hombre de copete tubular distorsiona la realidad, pero las fake news tienen larga historia. Su antecedente clásico es la publicidad. El discurso de Trump opera como el anuncio de un medicamento: promete remedios fantasiosos y un alivio que llevará a correr dichosamente en cámara lenta junto a un cocker spaniel; luego, una voz convulsa menciona a toda prisa dramáticos efectos secundarios. Esa voz equivale a la prensa, que no suele ser oída.

Aunque Trump es una máquina de mentir, eso no lo convierte en una excepción en una sociedad sometida a las ilusiones de la publicidad, donde afecta al lenguaje popular. Alguien confiable es "money in the bank", lo bueno luce "like a million bucks", la calidad indiscutible es "good as gold" y la eficiencia revela que "time is money".

Paul Theroux recorrió el sur de Estados Unidos para entrevistar a los blancos pobres que se sienten expulsados del sueño americano. En su libro Deep South documenta la decepción de quienes se consideran al margen de una dinámica donde lo bueno depende del dinero. Para ellos, Trump es un outsider con suficiente poder personal para poner en su sitio a los burócratas de Washington.

Multimillonario, ególatra y experto en autopromoción, Trump se convirtió en modelo de éxito. Condenarlo es más fácil que entender el atractivo que despierta para muchos. En 2016, el New York Times pronosticó el seguro triunfo de Hillary Clinton; por su parte, en la cobertura de la jornada electoral, la cadena CNN anunció una y otra vez que la tendencia que favorecía a...

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