Juan S. Millán/ El valor de una demanda
| Autor | Juan S. Millán |
En todo el mundo se vive un proceso de revalorización de lo local, como espacio para la definición de nuevas formas de convivencia y de organización social y productiva. Acorde con esta tendencia, en Sinaloa impulsamos el surgimiento de un nuevo modelo económico basado en la construcción de infraestructura carretera, en la promoción de nuevas inversiones, en una política de desarrollo social incluyente y en una intensa participación ciudadana en el diseño de las políticas públicas.
Estamos decididos a ganar nuestro progreso, fortaleciendo el mercado interno, promoviendo a la empresa local, instrumentando políticas ambientales, generando más empleos y ocupándonos por tener una mejor calidad en los servicios de educación y de salud.
Esta estrategia nos está dando resultado. A diferencia de lo que prevalece en el escenario nacional, en Sinaloa contamos con una economía que crece y se diversifica, así como a ciudadanos, empresarios y gobierno, trabajando muy unidos, porque tenemos un proyecto común, objetivos claros y responsabilidades compartidas.
Desde Sinaloa estamos demostrando que sí se pueden establecer acuerdos políticos fundamentales para garantizar la gobernabilidad y promover el desarrollo.
Sin embargo, la magnitud del esfuerzo colectivo en ocasiones enfrenta obstáculos, que por incomprensibles y absurdos, generan irritación y desaliento social.
Los gobiernos estatales, como en nuestro caso, trabajamos en permanente incertidumbre ante la posibilidad de "ajustes" presupuestales, que son determinados en forma unilateral por el gobierno de la República. Las políticas de descentralización que se promueven tan sólo transfieren responsabilidades a los estados, no los recursos. Constantemente se paralizan proyectos de infraestructura regional, por el temor a tomar decisiones a la hora de asignar recursos hacia los gobiernos locales.
Es por ello que algunos gobernadores estamos insistiendo en la necesidad de revisar a fondo los mecanismos de coordinación con el gobierno federal. Queremos construir un país económicamente más fuerte y socialmente más justo, a partir de lo que estamos haciendo en los estados.
Actuamos convencidos de que las políticas públicas tienen que articular lo nacional y lo regional, y tienen que precisarse con un sentido de eficiencia económica, pero también con un claro sentido social y de responsabilidad gubernamental.
Un ejemplo de actualidad que ilustra las circunstancias en que tenemos que actuar los gobiernos...
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