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Juan Pedro Oriol / Vientres de alquiler

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Vincent
AutorJuan Pedro Oriol

Lo que venía sucediendo en las últimas décadas en otros países, está sucediendo con más frecuencia en México.

Detrás de la renta o préstamo de vientres para gestar un hijo, no es difícil percatarse que existe un jugoso negocio para personas con pocos escrúpulos y una alta explotación sexual con fines reproductivos a costa de la violación a los derechos humanos de las mujeres y los hijos.

En días pasados, en el Senado de la República se tocó el punto y de inmediato surgieron los puntos de vista y la argumentación a favor y en contra.

El Congreso de Coahuila y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal han presentado iniciativas para legalizar los vientres de alquiler, siguiendo los pasos de Tabasco, donde desde hace 17 años ya es legal.

Los resultados de este costoso experimento social emprendido en este Estado, han fracasado porque no hay leyes definidas para proteger a las mujeres que han sido explotadas por clínicas, intermediarios o las propias parejas adineradas -la mayoría extranjeras- que se aprovechan muchas veces de la ignorancia y de la gran necesidad de dinero que experimentan estas mujeres.

Es sintomático que en un mundo donde la decadencia ética está a la orden del día "se vea a la mujer como fábrica de niños y a los niños como productos de mercado", así rezaba un artículo publicado a inicios de este año por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame).

Pero, ¿qué decir, además, del drama humano de gestar durante nueve meses a un niño para entregarlo después? ¿Quién platica de los casos de mujeres que se arrepintieron durante el embarazo y decidieron no entregar al niño, que fueron amenazadas, ultrajadas, golpeadas para exigirles cumplir con "un pacto" que sólo se dio de viva voz, quizá con la firma de un papel, pero sin un marco jurídico que protegiera a cualquiera de las dos partes? Porque hasta hoy, el Derecho no ha determinado quién es más madre: la que gesta, la que paga o la que dona un óvulo. De allí la terrible confusión. De allí la cortina de niebla que no deja ver claramente la realidad.

En el ámbito legal, preocupa que por más iniciativas de ley que busquen regular la renta de vientres, no existan los mecanismos ideales y...

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