Juan Pedro Oriol / Que se note

AutorJuan Pedro Oriol

Cuentan de Víctor Hugo, genio de la literatura francesa, que al salir de una fiesta se encontró con un limosnero que le pidió una moneda. El famoso escritor vivía una situación de pobreza típica de los intelectuales. Y sin más, se llevó la mano a la bolsa y no encontró ni una moneda. "Perdóname hermano, no tengo nada que darte", le dijo. "Ya me diste, me llamaste hermano", contestó el pordiosero.

Esta semana ha sido intensa. Hemos asistido a un panorama nacional y mundial muy peculiar. El regreso a clases, con su dosis de tráfico que ya extrañábamos. Dos oros y dos bronces para México en la recta final de unos Juegos Olímpicos históricos y controversiales. La situación tensa entre Georgia y Rusia. La indomable ola de violencia registrada en diferentes puntos del país. La polémica por el combate a los plagios y secuestros. El luto en Canarias y toda España por el accidente aéreo de Spanair. El esperado debut de Eriksson con la selección, que casi nos deja un sabor amargo. Las Chivas que no levantan, el Atlas que parece volver y los Tecos que siguen sumando. El lago de Chapala que alcanza un metro en su recuperación. Y entre todo, el estreno de una peliculilla hollywoodense que otra vez lanzó un petardo en contra de una imagen tan amada como sagrada de la Virgen de Guadalupe.

Libertad de expresión ante todo, dicen por allí. Pero creo que se le sigue entendiendo mal a esta seudo máxima de una sociedad secularizada. En dicha película -la nueva de Angelina Jolie y Morgan Freeman- la imagen de la Virgen de Guadalupe es tratada con nulo respeto. Y lo que no se entiende es por qué se quiere llamar la atención hiriendo los sentimientos de la fe. Un asesino serial alto y sucio viste una playera rasgada con la imagen de la Guadalupana. ¿Qué quieren lograr?, ¿por qué otra vez? Nos podemos imaginar la reacción que provocaría entre la opinión pública si en lugar de esa imagen sagrada los productores se hubieran decidido por mostrar alguna imagen religiosa de otra creencia no cristiana. Se confunde lo sacro con lo humano y parecen expresar que da igual burlarse de un político o de una figura pública que de un ícono religioso que connota tantos significados.

Así las cosas. Pero algo bueno surgirá de esto. Como lo decía esta semana el Arzobispo de Madrid, refiriéndose al acontecer mundial y a la actitud aguerrida...

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