Juan Pedro Oriol / Ser feliz
| Autor | Juan Pedro Oriol |
El domingo pasado amanecimos con la impactante noticia de la muerte de Philip Seymour Hoffman.
Hacía años que Philip vivía atrapado en el mundo de las drogas, concretamente de la heroína. Esta semana salió a la luz una conversación que tiempo atrás tuvo con su amigo el reconocido guionista Aaron Sorkin, donde Philip dijo: "Si uno de los dos muere de sobredosis, probablemente diez personas que estaban a punto, no lo harán". Él quiso decir que su muerte sería tal noticia y que probablemente asustaría a alguien limpio.
Entristece darnos cuenta que a nuestro alrededor siguen muriendo personas a causa de sus adicciones. Otra vez la muerte de un personaje famoso nos pone mucho a pensar. ¿Qué sucede en el interior de una persona para lanzarlo a las garras de las drogas? ¿Qué es lo que le encamina hacia su propia muerte sin reconsiderar acciones y cambiar el rumbo?
Muchos estudios se han dedicado a investigar qué hace feliz al hombre y qué no. El reconocido periodista Jeff Haden, basándose en los resultados de investigaciones científicas, ha recogido algunas actitudes y hábitos de vida que contribuyen a nuestra felicidad. Aquí están, con un toque personal.
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Haz ejercicio. Y si no dispones de tiempo, bastan 7 minutos. Es, además, un remedio muy eficaz para combatir la depresión. Según un estudio de Shawn Achor, uno de los capacitadores en liderazgo en auge a nivel mundial, tres grupos de pacientes fueron tratados con medicación, con deporte o con una combinación de ambos. Seis meses después de iniciado su tratamiento, el 38 por ciento de los que sólo habían tomado medicamentos, recayeron en depresión. Un 31 por ciento de los que combinaron y sólo el 9 por ciento los que habían paliado su depresión con el deporte.
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Ayuda a los demás. El Journal of Happines Studies publicó una investigación el mes pasado que aludía al hecho de que la gente a la que se le había encargado comprar algo para otra persona experimentaba una felicidad mayor que aquellos que se habían comprado algo a sí mismos.
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Sonríe. Quienes sonríen como resultado de pensar en cosas positivas, mejoran su estado de ánimo y están más alegres.
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Duerme más. La falta de sueño afecta el buen ánimo de las personas. Quien no duerme es más susceptible a perder rápido la paciencia y a malhumorarse con todo. Y el humor con que afrontamos las primeras horas del día condiciona la jornada completa.
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Medita. El...
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