Juan Pedro Oriol / Día del Padre

AutorJuan Pedro Oriol

No tenemos información detallada sobre la paternidad en México. El INEGI aseguró que aun cuando ya desde el año 2000 el Gobierno comenzó a reunir información sobre los padres a través del mismo organismo, al día de hoy las cifras siguen siendo escasas y la identidad de los padres mexicanos sigue siendo invisible para las estadísticas.

No se sabe cuántos mexicanos varones se vuelven padres de familia cada año, ni la edad promedio a la que tienen a su primer hijo ni el número de hijos que tienen.

Se sabe que dos terceras partes de los hogares mexicanos tienen presencia del padre de familia, de los cuales sólo en el 5 por ciento no hay presencia de la madre. Esta información contraste con toda la que se genera anualmente alrededor de la maternidad.

Esta realidad puede estar indicándonos un problema social de fondo, detectado hace más de una década. Quizá sea por cuestión cultural, pero se da por descontado que los hombres no tienen un papel relevante en la educación de los hijos, y por ende, no se toma en suficiente cuenta la importancia del rol paternal.

Y cuando la realidad familiar se ha convertido en monoparental -teniendo a la madre como guía y principal sostén-, podríamos asistir a un escenario donde la paternidad está siendo eclipsada por la maternidad. Tema pendiente, profundo y delicado.

Lo que sí sabemos es que en pleno siglo 21 tanto el hombre como la mujer deben contribuir a la construcción familiar. Que ambos, cuando unen su vida en matrimonio, deben aportar lo necesario para sacar adelante un hogar. Sabemos que la situación económica de nuestros tiempos exige que sean ya no sólo dos sino cuatro las manos que provean los recursos necesarios para vivir. Por eso, cada día es más frecuente que también la mujer adquiera el rol de trabajadora "externa" del hogar.

La causa principal de ausencia paterna es el divorcio. En los últimos años, el número de divorcios en México ha incrementado considerablemente. En 2012 se registraron 99 mil 509 divorcios, y para el 2013 ese número se incrementó en 8 mil más. A la ausencia del padre se atribuyen problemas sociales como el aumento de la delincuencia y del consumo de drogas entre niños y jóvenes...

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