Juan Pedro Oriol / Crisis

AutorJuan Pedro Oriol

Una larga y dolorosa recesión es lo que siguen vaticinando a Estados Unidos los expertos en materia económica y financiera. Dicen que para el gigante de América sólo hay de dos sopas: o enfrentar una crisis económica que no vivía desde los años 30, o de plano ceder trono y corona a alguna de las potencias mundiales que en los últimos años se han dedicado a hacerle ruido y que están ya acariciando la codiciada poltrona.

Lo que sí es un hecho es que la crisis que pega allá, también pega aquí. Con razón dicen que si Estados Unidos enfermara de neumonía, México podría hacerlo de gripe. Y no es para menos: la interdependencia entre los dos países es real, aunque a muchos no les guste. Si allá están sufriendo por los altos precios que con los días registra el petróleo, aquí se sufre por la disminución del envío de remesas.

Según el Senado de la República, el País recibe unos 25 mil millones de dólares al año por concepto de remesas, y en Estados como Michoacán, a estas alturas, se ha recibido un 30 por ciento menos que el año pasado. Allá sufren porque la situación golpea a las empresas y a sus finanzas internas. Aquí, el Gobierno mexicano está preparándose para el posible regreso masivo de mexicanos que buscarán acá posibilidades laborales hasta ahora inexistentes. Allá las tasas de interés seguirán en alza. Y aquí, la fuga de capital será inminente si se pretende pagar los intereses generados. Un círculo vicioso. Un círculo en el que entran otras naciones en desarrollo.

Pero esta crisis tiene más caras. A un par de meses de unas votaciones presidenciales que posiblemente le darán un giro a la historia de Estados Unidos, ya el mundo se ha dado cuenta que las naciones poderosas también tienen su talón de Aquiles, y que no están predestinadas a serlo para siempre. Algo de ello quedó claro cuando China se coronó como ganadora absoluta en el medallero general en los pasados Juegos Olímpicos.

Y algo de ello queda claro con lo que está sucediendo en el Estado de California con la Proposición 4, la iniciativa para enmendar la constitución, titulada Plazo de Espera y Notificación de los Padres antes de Interrumpir el Embarazo de una Menor de Edad.

Sarah tenía apenas 15 años cuando se le practicó un aborto legal. Días después de haberse sometido a esta práctica -que en California es legal-, la joven desarrolló una infección masiva que le causaría la muerte. Sus padres nunca fueron informados del hecho. Y durante los días previos a su triste muerte no...

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