Juan Pedro Oriol / ¿Buen Fin?

AutorJuan Pedro Oriol

Sexta edición del Buen Fin. Este proyecto se creó como una iniciativa privada que buscaba fortalecer el mercado interno, acelerar la economía y, por ende, mejorar la calidad de vida de los hogares mexicanos. Pero no todo es tan bonito como parece.

Este año se tiene previsto alcanzar un cinco por ciento más a las ventas del año pasado, que superaron los 80 mil millones de pesos, un diez por ciento más que en 2014.

Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), alrededor de 6 mil 900 pesos gastarán las familias mexicanas este fin de semana. Yo me pregunto de qué familias habla esta referencia de la Procuraduría. Después nos darán cuentas pues este año no contábamos con diversos factores negativos como el alza en los productos, la volatilidad de los mercados, el incremento del dólar frente al peso y por qué no, el triunfo de Donald Trump que sigue teniendo en expectativa a la economía internacional ya que nadie sabe a ciencia cierta qué sucederá durante los primeros meses del nuevo año con el nuevo Presidente electo del país vecino.

Resulta curioso. Por un lado, el consumidor está buscando este fin de semana el mejor precio antes de que el dólar siga disparándose. Y por el otro, el comerciante que está haciendo malabares para deshacerse de esos inventarios que podrían perder su atractivo cuando comiencen los verdaderos cambios en la economía global. Pero en ningún lado se recomienda pensar las cosas dos veces antes de decidir sumarse a esta iniciativa que sí, tiene su lado amable, pero también puede convertirse en una pesadilla para la de por sí golpeada situación financiera de la familia mexicana.

Todo este boom publicitario, la invasión del "llévatelo ahora, págalo después" y del comprar por comprar sin llegar a realmente necesitar nos pueden estar hablando de un sociedad de consumo, donde para millones de personas vivir es consumir. El consumo como concepto y en primer plano no hace referencia a nada dañino o perjudicial. El problema llega cuando se vuelve algo exacerbado, patológico; cuando consumo deriva en "consumismo", que no es sino la tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre...

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