Juan Pedro Oriol / Más allá de Charlie Hebdo

AutorJuan Pedro Oriol

El mundo ha quedado sacudido por el atentado en París contra el semanario Charlie Hebdo.

Al grito de "¡Alá es grande!" un grupo de terroristas armados con rifles AK-47 disparó alocadamente a las personas que cerca de las 11 de la mañana se encontraban en las oficinas del semanario, dejando un saldo de 12 muertos y varios heridos de gravedad.

Desde 2011, el semanario ya estaba en la mira de extremistas musulmanes por burlarse de Mahoma en una caricatura. Pocas horas antes del ataque, la revista difundió a través de Twitter una cartón de burla sobre el Estado Islámico. Fue esto lo que hizo estallar la bomba.

A raíz de todo esto, vuelve a destacar un tema peliagudo: la libertad de expresión. ¿Es ésta un campo sin límites, donde todo se vale, donde uno puede hacer mofa de cualquier instancia, en este caso religiosa, dejándose llevar por el puro instinto de causar controversia?

La libertad de expresión es un derecho, pero sin dejar de respetar los sentimientos y las creencias de las personas que nos rodean. Ya lo dijo con acierto esta semana el Obispo de Jerez, España: "El derecho de libertad de expresión no puede implicar el derecho de ofender los sentimientos religiosos de los creyentes".

Desde 1992, Charlie Hebdo, según los registros un semanario francés poco leído, ha presentado tintes provocativos. Es peculiar la burla que hace de personajes públicos, políticos y religiosos usando la sátira y la pornografía sin ninguna clase de reparo. En los últimos años, también le ha dado por ridiculizar a la Iglesia católica burlándose del Papa, de algunos cardenales y obispos, y lo peor, de signos sagrados y creencias de la religión cristiana. Se le ha permitido ultrajar al cristianismo y apenas algunos levantaban la voz alrededor del mundo. Por eso, no todas las religiones son iguales. Ya lo decía Benedicto XVI en su primera carta encíclica: "El cristianismo es la religión del amor y del perdón". Y jamás será la violencia la manera en que la Iglesia católica pediría respeto a todo aquel que no comulgue con sus ideas.

El terrorismo islámico se dejó ver no sólo como el asesinato de unas personas, sino como el...

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