Juan Pedro Oriol / 5 mil 788 Kilómetros

AutorJuan Pedro Oriol

Odisea terrestre. Peregrinación de 232 días y 5 mil 788 kilómetros recorridos a pie, desde París hasta Jerusalén. Viaje inaudito a través de 14 países, sin dinero ni teléfono celular; sólo una pequeña mochila a espaldas. Pero una gran ilusión clavada en el corazón. La ilusión de vivir en carne propia el sufrimiento del pobre, del mendigo. La necesidad de alejarse del materialismo de la sociedad que no sabe abandonarse en las manos de Dios. La necesidad de vivir la pobreza, esperando todo de los demás. Esta ha sido una locura de siete meses y medio de Edouard y Mathilde Cortes, un prominente matrimonio francés. Y el mensaje que regalaron al mundo es edificante.

Hacerse pobre, llegar a ser pobre, es un mensaje con señal de urgencia para los que permanecen ciegos ante la necesidad de los demás. Y no sólo hablamos de la pobreza material que podría terminar con la estrategia económica de un buen Gobierno. Hablamos de la pobreza espiritual, de la que carcome y endurece los corazones de los que se aferran a creer que al otro lado de los muros de su persona no existe nadie más. Y esta pobreza hunde más que ninguna otra.

La pobreza. Esta semana, dos noticias le dieron diferentes pinceladas a este tema. Por un lado, el Banquete del Hambre, el cheque por 15 millones de pesos otorgado a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos. Y por el otro, la crisis alimentaria mundial y el alza en los precios en algunos alimentos, nunca antes vista en el País. Dos noticias. La segunda mucho más negativa que la primera, porque otra vez los más perjudicados con el incremento del precio del trigo, el arroz y el frijol son quienes menos tienen.

Injusto y triste, pero cierto. De acuerdo con datos oficiales, para evitar la pobreza alimentaria, en el 2005 una persona necesitaba 26 pesos diarios en el sector urbano, mientras que en el campo eran necesarios 19 pesos para sobrevivir al mínimo. Dos años después, más de 7 millones de mexicanos que habitaban las ciudades ni siquiera llegaron a los 25 pesos diarios. Y en las zonas rurales, unos 13 millones de personas no tuvieron ni 19 pesos para subsistir. Ojo: subsistir. ¿Es que se puede seguir tolerando el uso de esta palabra en nuestro vocabulario?

Resulta desconcertante que a estas alturas del partido existan mexicanos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR