Juan E. Pardinas / 3.3 millones de votos

AutorJuan E. Pardinas

Esa cifra fue la diferencia entre el primer y el segundo lugar en las pasadas elecciones presidenciales en México. El 1o. de julio, Enrique Peña Nieto se convirtió en el candidato más votado en la historia de la democracia mexicana. Es la victoria más holgada de un aspirante presidencial desde 1994. El alud de sufragios debería representar un acervo de capital político que le permitiera al Presidente electo tomar distancia de aliados incómodos e impresentables. El inminente mandatario ha insistido que su gobierno no representará una vuelta al pasado. Sin embargo, en el tema de la reforma laboral, la agenda del PRI ha sido determinada por los liderazgos sindicales heredados del viejo régimen. Al parecer los 3.3 millones de votos que le permitieron ganar la Presidencia no fueron suficientes para obtener el poder.

Hace un mes Peña Nieto afirmó que "un presidente no tiene amigos". Hoy el PRI está dispuesto a descarrilar la reforma económica más importante en varios sexenios, a cambio de preservar la opacidad en las elecciones y las finanzas sindicales. Esa manifestación de lealtad es una consideración que sólo se le concede a las amistades indispensables. La iniciativa de reforma laboral que presentó el presidente Felipe Calderón no le exige a los líderes sindicales que donen un riñón o acepten concesiones desmesuradas. Simplemente se pretende que el principio del voto libre y secreto sea la base de la democracia sindical. La iniciativa preferente, en su forma original, buscaba que los trabajadores tuvieran información básica sobre el uso y destino de las cuotas que entregan a sus líderes. Estas propuestas, que causan tanto escozor a los caciques del sindicalismo nacional, son las normas y hábitos de conducta de cualquier organización gremial en un país civilizado.

La reforma laboral contiene avances muy importantes en el ámbito económico que permitirán vigorizar a las Pymes y reducir la informalidad. La propuesta también fortalece los derechos laborales de las...

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