Juan E. Pardinas / Dos novelas para AMLO

AutorJuan E. Pardinas

La buena literatura es una travesía que no acaba, ni cuando se termina de leer la última página de un excelente libro. En esta época de fiestas decembrinas, lo más correcto sería recomendar lecturas amables que convoquen al regocijo y buen ánimo.

Estos párrafos van a tomar la dirección opuesta. La literatura también puede ser un puñetazo en el cuerpo del lector. Un instante de sofoco. Una mirada quieta en un espejo terrible.

La novela mexicana actual no puede ser ajena a la brutalidad cotidiana que marca vidas y regiones del País. Si quieres una literatura que cimbre y estruje, dale sus respectivas horas a "Temporada de Huracanes", de Fernanda Melchor. Esta reportera veracruzana tomó distancia del periodismo para fortuna de la literatura.

Alguien con buen ojo ya lo dijo en Twitter, las voces de su prosa son un eco contemporáneo de "El Llano en Llamas". Curiosamente, cuando Melchor publicó esta novela tenía casi la misma edad que tenía Juan Rulfo en la primera edición de su clásico libro de cuentos.

La historia ocurre en la ranchería de La Matosa, en un trópico imaginario y terrible. En el texto de la novela no aparece el nombre de Veracruz. Sin embargo, en los agradecimientos se citan como fuente de inspiración las notas y fotografías de Yolanda Ordaz y Gabriel Huge, asesinados durante el Gobierno de Javier Duarte.

"Temporada de Huracanes" se puede leer como un correlato literario al sexenio de Duarte. ¿Qué le pasa a la vida de un grupo de jóvenes cuando la miseria avanza y la civilización pierde terreno? ¿Qué es lo que empieza cuando se acaba la esperanza? Después de los huracanes de Melchor sólo queda la devastación del estado de naturaleza, pero también se reafirma a la novela como una fuerza propia, que lleva consigo lo peor de la realidad y lo mejor de la imaginación.

En este género de la crudeza, Jorge Volpi logró convertir un seco e insondable expediente penal en una forma de literatura. "Una Novela Criminal" no deja oxígeno para la ficción, la realidad lo consume todo.

La secuencia de los hechos construye la historia de un caso, o de una novela, cuyo andamiaje prescinde de la imaginación. El propósito de un sistema de...

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