Juan Ciudadano/ Góngora en el Congreso
| Autor | Juan Ciudadano |
Genaro Góngora Pimentel tiene la oportunidad de encauzar mañana ante el Congreso una asignatura pendiente trascendental para el País.
Si analizamos a profundidad las implicaciones del sistema judicial en los diferentes ámbitos de la vida nacional, llegaremos a la conclusión de que estamos ante un tema más importante aún que la reforma fiscal.
El Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene frente a sí la ocasión para sumarse a los trabajos de la reforma del Estado asumiendo la necesidad de transformar un Poder Judicial que representa uno de los grandes lastres para México.
Ciertamente esperar que del propio sistema judicial surja la iniciativa que conduzca a limitar los márgenes de maniobra que por décadas han ido acumulando jueces y magistrados va en contra de la más elemental lógica política. Las medicinas amargas normalmente no son prescritas por el enfermo.
Góngora Pimentel, sin embargo, es una de esas aves singulares capaces de ver más allá del interés personal o de grupo para vislumbrar lo que es mejor para la Patria.
'Costo país'
Aunque hablar de números probablemente no sea lo más elegante para los juristas, no podemos dejar de señalar que cada año nos vemos obligados como país a pagar 90 mil millones de dólares por concepto de intereses de diferentes tipos de deuda.
Los intereses de la deuda externa ascienden a 14 mil millones de dólares. Adicionalmente, el País tiene que cumplir con el pago de intereses de la deuda interna, con la cual el sector privado contribuye con 15 mil millones de dólares y el sector público con otros 60 mil millones.
Para un país como el nuestro, se estima que una cuarta parte de estos pagos de intereses son atribuibles al denominado "costo país".
Los mexicanos nos vemos obligados a pagar entre 20 y 25 mil millones de dólares anualmente a causa de la falta de un marco jurídico-institucional que genere un nivel de confianza en nuestro Estado de Derecho similar al de los países con los cuales competimos.
Los recursos dilapidados actualmente, y requeridos con urgencia para el desarrollo de México, son una gratificación extra a quienes tienen el valor de "apostarle" a un país que tiene un gran albur: su administración de justicia.
Si hay algo que inhibe la competitividad de las compañías es precisamente el alto pago de intereses producto del pánico de los empresarios nacionales y extranjeros por nuestro precario Estado de Derecho: bancos que no pueden cobrar, rentas congeladas, piratería...
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