Juan García de Quevedo / Prólogo 1

AutorJuan García de Quevedo

En esto de los partidos debemos señalar un hecho histórico de suma relevancia: Echeverría fue un Presidente que nunca tuvo un cargo de elección popular en el PRI. Es relevante porque da inicio a la época de presidentes que no ocuparon previamente puestos de elección popular. Esto no significa que los presidentes se hayan distanciado del partido sino que tenían una concepción político-burocrática en su formación intelectual y emocional. Esto lo menciono porque el hombre es una unidad de razón y emoción. La experiencia parlamentaria es fundamental y la competencia electoral, es decir el contacto con la gente, también es fundamental en la concreción del hombre político. Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas, Zedillo, ninguno tuvo cargo electoral previo. Estamos hablando de 30 años en la historia política del priismo, lo que es sin lugar a dudas mucho tiempo.

Eran priistas porque conocían al partido y los mecanismos extraordinarios de construcción de poder que tenía el partido; eran priistas porque tenían credencial del PRI y porque en aquellos años se era priista salvo prueba de lo contrario. También la lógica indicaba que el Presidente era el jefe nato del priismo. La hegemonía del Presidente sobre el priismo era lógica, incontestable, obligada. El PRI era del Presidente y no el Presidente del PRI. En la designación del sucesor se pasó de la Secretaría de Gobernación a la Secretaría de Hacienda, es decir, del poder político al poder del conocimiento económico del país. De la política se pasó a la real política: al peso e influencia del dinero y del dinero del mundo, a la obligación de saber sumar y restar pesos y dólares antes que conocer a profundidad las cuentas políticas donde 2 más 2 no siempre son 4. Aunque parezca una simplificación, la política es economía concentrada y nuestro país, tan cercano a los EU, no podía equivocarse en demasía.

Luego vino la alternancia, cuando un panista irrelevante como Vicente Fox ganó la presidencia y gobernó sin su partido y muchas veces contra su partido. Le siguió Felipe Calderón que nunca fue el candidato de Fox pero sí logró ser el candidato de su partido y ganó la presidencia de manera sospechosa. Felipe Calderón tomó como pilar al Ejército...

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