Juan García de Quevedo / ¡Que se acabe 2014!

AutorJuan García de Quevedo

Este año, para muchos, muchísimos, fue un año terrible. Un año malo. A un amigo muy querido lo dejaron todas sus novias y hasta tuvo que asistir a terapia. Otro amigo perdió sus inversiones, a otro más sencillamente le robaron. Y todos piden que se acabe el año.

Este año se puso en duda la legitimidad de las instituciones y el problema que tengo tiempo señalando, la seguridad, tocó fondo.

Este año se dio una reforma fiscal que nadie quiere y una reforma política-electoral (a la que en lo que concierne la reelección se oponía 65 o 70 por ciento de la población) que me parece explosiva porque si a la desigualdad agregamos la falta de circulación de las élites políticas, ya veremos qué fin nos depara el futuro. Antes se manejaba una tesis sabia: no hay nada tan peligroso como un político desocupado; ahora con la reforma electoral panista, serán muchos los políticos sin ocupación alguna.

La reforma petrolera tiene argumentos sólidos a favor pero a muchos mexicanos nos golpeó el corazón como un zarpazo de león.

A la izquierda, el asunto de Iguala la dejó muy malherida porque puso en evidencia una que no tiene causas ni propósitos que no sean la rentabilidad de los votos.

Un priismo confundido porque la imagen del Presidente ha sido tocada y eso no forma parte de la cultura priista.

Un panismo sin brújula ideológica y en disputas internas más que claras y un perredismo con todos sus dirigentes históricos fuera de la organización.

Por otro lado, las clases medias angustiadas y preocupadas por el destino personal y el del país. Un año que dejó muertos, desaparecidos y por supuesto una falta de seguridad en la vida, la libertad y la propiedad. Los dramas personales que tanto se platican y todos pensamos que podemos seguir nosotros.

El déficit público aumenta, todo es más caro y las instituciones en su fragilidad nos demuestran que apenas estamos por construir un Estado de derecho.

Los famosos encapuchados haciendo con toda impunidad uso de la violencia por donde caminan, gozando de una tolerancia que destruye libertades.

Todo mundo hace especulaciones sobre conjuras y, muy a la antigua, buscando actores políticos ocultos dirigiendo las...

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