Juan García de Quevedo/ El libro de Fox

AutorJuan García de Quevedo

El libro me lo regaló un Diputado panista cuando recién salió a la venta. Evidentemente, nunca pensé en leerlo: me bastaba el personaje en TV y sus noticiosas declaraciones. Debo decirlo: nunca tomé en serio a Vicente Fox, pero el personaje me parecía alegre, simpático, dicharachero y pendenciero. Era el antiformal, el antipolítico, el antipanista; era lo menos que podía parecerse a un Presidente de México. Como candidato era toda la sal y pimienta que le hacía falta a la política, pero de eso a tomarlo en serio había un buen, pero buen trecho. Los hechos demostraron que estaba equivocado y que Vicente Fox va a ser Presidente de México por voluntad y pura voluntad del pueblo.

Leer un libro de un político en activo me parece un acto de fanatismo, se está a favor o en contra del político. Fanatismo puro porque teóricamente nuestros políticos son poco esperanzadores en el terreno de la literatura. Leer a Vicente Fox me parecía por lo menos demencial, pero me asaltó la duda: ¿cómo escribiría Fox un libro que no riñera con su personalidad de campaña?

Como el libro es un recuento biográfico y político, pues me pareció necesario ojear algunos capítulos para ver cómo Vicente Fox hablaba de sí mismo. Cargué con el libro rumbo al aeropuerto porque en estas tardes de lluvia a veces las esperas son interminables, y comencé mi fanática curiosidad por el personaje. El vuelo se retrasó y pude darle una buena adelantada al famoso libro. Los primeros capítulos son simpáticos, claros y sinceros, pero lo mejor es que los que siguen también... Es el bosquejo de una personalidad y una vocación. Fox nos relata su niñez en el rancho y las costumbres de una familia del Bajío que tiene que trabajar duro para ganar poco. Después vienen sus inicios universitarios donde nos presenta con claridad su realidad: ningún interés por los libros. Después su trabajo en la Coca-Cola donde todo es sudor e ingenio. Luego su encuentro con Clouthier, decisivo en su vocación política. Siempre se presenta como lo que es: un empresario metido a la política, con una concepción empresarial. Fox no miente ni busca enmascarar su realidad. Nos platica su primera Diputación, luego su campaña para Gobernador de Guanajuato, el interinato de Medina y las negociaciones que se dieron con una frescura que se agradece. Su relación con algunos políticos: de Muñoz Ledo dice que es un mamilas; de Diego Fernández sus desacuerdos y dudas; de Castillo Peraza su...

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