Juan Enríquez Cabot / Ratzinger...

AutorJuan Enríquez Cabot

Caray, ha estado tan entretenida la telecomedia La Gran Familia Maciel que pocos le han puesto la atención debida a la otra gran tragicomedia, Ratzinger & Cia. Y qué lástima porque esta otra comedia pudiera tener consecuencias aun mayores que las de Maciel. Ahora resulta que cuando el ahora Papa Benedicto XVI era arzobispo en Alemania también había uno que otro incidente de violación de menores. (Claro, hasta ahora sólo se conocen módicos cientos de casos). Y resulta que la autoridad máxima en una de las diócesis que encubrían uno y otro caso era el mismísimo Ratzinger, quien autorizaba "terapia" para el violador de menores, en vez de cárcel, y luego recirculaba a estos demonios recubiertos de crucecitas para seguir violando niños.

Lo que hace especialmente entretenida esta historia es que para llegar a Papa, Ratzinger militó como encargado de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el FBI del Vaticano, donde se investigaban y no se castigaban incidentes de abuso de menores. Fue Ratzinger quien en 2001 mandó carta secreta a toda congregación amenazando excomunión inmediata e instantánea para quien discutiera cualquier caso de violación fuera de tribunales eclesiásticos (Observer/ Londres). Y fue Ratzinger quien, cuando estalló el escándalo de violaciones en Boston en el 2002, minimizó el problema y acusó a los medios de exageración y conspiración.

Esta semana afloraron cientos de casos más de violación sistemática de niños y niñas. Cientos de víctimas adicionales no sólo en Alemania, sino también en Holanda y Austria. Abuso criminal y encubrimiento sistemático. Complicidad de las máximas autoridades eclesiásticas en cada país y en el mismísimo Vaticano. Complicidad a escala mundial durante décadas. Y por eso salió a principios de semana el vocero del Vaticano, el reverendo Lombardi, con ejemplar transparencia, a informarnos que no tenía comentario alguno más allá de la declaración de la archidiócesis alemana de que el Papa "no tenía responsabilidad alguna".

Acto seguido, a mediados de semana, algún maloso conspirador descubrió que el inocente y dulce hermanito del Papa, Georg Ratzinger, dirigió un coro masculino en una escuelita alemana entre 1964 y 1994. Y el hermanito cada vez más incomodo confesó que efectivamente sí golpeaba niños, pero que nunca se enteró de todas las violaciones que ocurrían a los niños que él tenía bajo su cargo y protección...

Caray, algún maloso malpensado inclusive pudiera conspirar que algo como esto...

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