Juan Enríquez Cabot / El país...
Autor | Juan Enríquez Cabot |
El nuevo diagnóstico del país es certero y brutal. Va al grano del asunto. Hay que ponerle atención...
Después de años de estudiar el origen de la violencia, desempleo, burocratización, parálisis e inestabilidad del país, la autora de un nuevo libro describe el problema de fondo; el futuro del país, la inseguridad, su sobrevivencia misma depende, en gran parte, de arrancarle a una burocracia atrincherada el control sobre los niños y los jóvenes.
Detalla un mundo donde un grupo de interés, aliado con la clase gobernante, usa la educación como instrumento principal y básico para perpetuarse en el poder. Esto lleva a un ciclo donde lo que se enseña a diario es más y más distante del mundo real, de lo requerido para ser competitivo, de lo requerido para obtener un empleo decente.
Y como esta falta de competitividad afecta a generación tras generación, el país no creció y no crece, pese a su enorme riqueza natural. Aumentan desempleo, subempleo, la sensación de que nunca mejoraran mucho las cosas. Aumenta también la propensión, entre los jóvenes, a la aventura violenta.
Hará pocos años, la violencia llegó a tal nivel que el gobierno tuvo que empezar a reconocer que sin reformas de fondo, especialmente en la educación, ni el régimen ni el país sobrevivirían. Aun así, y aunque ha habido enorme inversión -innumerables promesas de reforma, subsidios masivos a nuevas escuelas y viejas universidades- no ha cambiado mucho. Es demasiado lucrativa y poderosa la simbiosis entre la burocracia en el poder y quienes dominan la educación. Esto llevó a un asesor del mandamás del país a opinar que "es más fácil invadir otro país que cambiar el currículum educativo".
"No importa si el tema sea quién da clases, o qué entra en los libros de texto, o qué realmente se enseña dentro del salón de clases, la reforma aún existe más en papel que en la práctica...". Se estima que a más del 70% de los supervisores y directivos de las escuelas les importa mucho más mantener la ortodoxia del sistema existente que mejorar las oportunidades económicas de sus alumnos. "No existe el pensamiento crítico... Solo se memoriza y repite. Lo único que quieren (los alumnos) es un diploma y un empleo en la burocracia".
Las fallas educativas están a la vista de todos. Menos de la mitad de quienes se gradúan de la prepa entran a universidad alguna. Hay poca esperanza de cambio porque quienes dominan la educación ven al sector como su base de poder y control, y por tanto no van a ceder en...
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