Juan Enríquez Cabot / Lecciones...

AutorJuan Enríquez Cabot

Boston vivió, esta semana, lo que vive mucho México a diario. Terror, asesinatos, violencia extrema. Pero hay una que otra diferencia entre el desenlace en Boston y lo que ocurre en México. Y quizás valdría la pena repasar algunas lecciones... Malosos hay en todos lados. La diferencia es qué tan eficaz es el Estado para detenerlos, encontrarlos, juzgarlos, encarcelarlos. En el caos de Boston, en menos de tres días encontraron y mataron a uno de los sujetos.

Se cerraron, y siguen cerradas, partes enteras de la ciudad. Siguen aún buscando, acumulando, entendiendo lo que les dice la evidencia sobre quienes estuvieron detrás del terrorismo, cómo lo lograron, qué instrumentos usaron, cómo lo prepararon. Es entender a fondo no solo quién cometió el crimen sino evitarlo de nuevo, qué aprender para encontrar a futuros culpables...

Una vez cometido el crimen, no hay cuartel. Se hace todo lo necesario para encontrar y atrapar a los culpables. Se requiere cerrar una tercera parte de la ciudad. Hágase. ¿Detener en seco todo taxi, camión, pesero y metro? Hágase. ¿Pedirle a la gente no salga de su casa? ¿Cerrar todo negocio? ¿Desviar aviones? Hágase. No hay nada más importante, de momento, que atrapar a quienes atentaron contra toda la ciudadanía. Hay que atrapar a los culpables cueste lo que cueste.

Cuando la policía necesita ayuda, la ciudadanía responde de inmediato. La policía son los buenos. La gente los apoya con todo lo que puede. Reconoce culpables. Manda pistas. Aporta datos. Se sabe protegida si coopera. Hay admiración y apoyo para policías de todo tipo. Y cuando finalmente encuentran al segundo prófugo, gracias a la llamada de un ciudadano, la policía lo rodea, mas no lo mata. Pese a que este prófugo mató a varios, incluyendo a un policía acribillado a quemarropa, y dejó heridos a varios otros. Lo importante es capturarlo, saber el porqué. La venganza queda en segundo plano.

Hay plena y rauda cooperación internacional. Cuando se supo que uno de los acusados vivió en Rusia, Obama pidió de inmediato cooperación. Empezaron a buscar hasta la última pista e indicio de quién, dónde, cuándo se reunió el sospechoso. ¿Qué lo motivó? ¿Hubo alguien detrás? ¿Hay otros culpables?

La policía no escondió lo que buscaba. No peleaba territorio entre diversas policías y milicias. Todos cooperaban, compartían, se retroalimentaban. Aparecían todos en cámara. Todos corresponsables del desenlace. Llegaron policías y equipo de otros estados. De inmediato se prestó...

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