Juan Enríquez Cabot / Insurgentes...

AutorJuan Enríquez Cabot

Entre tanta especulación sobre si es, o no, inevitable la violencia centenaria en Mexicalpan de las Tunas, no sería malo introducir algo de ciencia en el debate. Para esto es útil leer el análisis que hicieron unos científicos en la revista Nature sobre la ecología de la insurgencia. Sus conclusiones se basan no en la anécdota, o en una muestra con un N=2, sino en el análisis estadístico de 54,679 episodios de violencia dentro de nueve periodos insurgentes...

Las conclusiones del estudio demuestran que aunque ciertamente hay contexto local, colapso económico o ecológico, invasiones, epidemias, personajes, circunstancias, traiciones, malentendidos y ocasional Salinas o López Obrador, de todas maneras la violencia tiene un patrón común y reconocible en toda sociedad humana. O sea que los patrones de violencia son estadísticamente predecibles...

La violencia y el impacto de cualquier insurgencia se basan en dinámicas de coalición y fragmentación. La mayoría de episodios son aislados, donde uno o dos individuos matan a muy pocas personas. Pero ocasionalmente unos cuantos individuos son lo suficientemente inteligentes y organizados para hacer mucho más daño. Y también, aun más ocasionalmente, en el contexto de un conflicto caótico, desorganizado y fragmentado, un grupo mucho mayor se puede juntar temporalmente para desatar un enorme grado de violencia. Si a esto le aunamos suficiente organización para ejecutar, con un grupo grande, un plan destructivo con un objetivo claro, entonces el número de víctimas de este tipo de ataque se incrementa de unos cuantos individuos a miles, y muy ocasionalmente, a millones.

Lo interesante del estudio que llevaron a cabo cinco caudillos, Bohórquez, Gourley, Dixon, Spagat y Johnson, es que podemos construir modelos que nos dicen con relativa certeza qué tan a menudo, y cuándo, vamos a enfrentar brotes de violencia en el contexto de una insurgencia. Y también podemos saber, con relativa certeza, si los ataques van a ser pequeños o brutales. Las conclusiones se basan en diversos periodos de conflicto en Iraq, Afganistán, Colombia y Perú. Aunque son contextos muy distintos, con liderazgos, comandantes, insurgentes, contextos sociales e históricos más que distintos, los patrones de cada conflicto son sorprendentemente similares.

Quizás la conclusión más importante de este estudio y otros, como el de Rob y Fallows o T.X Hammes, es que la insurgencia de hoy día es muy distinta a una guerra o insurgencia tradicional...

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