Juan Ciudadano / Policías: confiar a ciegas
| Autor | Juan Ciudadano |
Una asignatura libre de controversia en la lucha por recuperar seguridad es contar con cuerpos policiacos certificadamente confiables.
Es, además, una tarea que se necesita hacer a marchas forzadas. De ahí la pertinencia del trabajo de Causa en Común A.C., a través del Proyecto de Observación y Monitoreo de los Centros de Control de Confianza Estatales.
En la última sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública a mediados de diciembre la organización que dirige María Elena Morera dio a conocer los hallazgos de la primera fase del proyecto.
Este primer paso del Observatorio es una aportación fundamental para, eventualmente, estar en posición de presionar a los Gobernadores a limpiar sus policías. Hacer de esta posibilidad una realidad exige de este Observatorio (o de los que se constituyan en los propios estados) trabajo específico en áreas de oportunidad identificables en este primer referente.
En el caso de Causa en Común es comprensible que todavía no se tenga el alcance para llegar a todos los estados de la República. Sin embargo, habría que acelerar el paso para incluir a entidades como Baja California, Coahuila, Michoacán y Guerrero.
Menos justificable es que no se hagan señalamientos específicos y sólo se hable de patrones de comportamiento entre autoridades estatales. Para tener una palanca de presión efectiva necesitamos saber qué Gobernadores hacen su trabajo y quiénes nos dan atole con el dedo.
Pasemos a resaltar los hallazgos y recomendaciones de Causa en Común para los centros de control de confianza en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Distrito Federal, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Zacatecas, Nuevo León y el Estado de México.
El esfuerzo de acompañamiento ciudadano por lograr tener policías confiables en el País descubrió:
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Falta de interés
En la mayor parte de los casos, la existencia de los centros de control de confianza estatales responde al interés de los Gobernadores de recibir recursos del Gobierno federal.
Detrás de esta simulación hay recursos que no fluyen en el Estado, evaluadores sin plaza, remuneraciones por honorarios, falta de prestaciones de ley de personal que tendría que se especializado. Esto se traduce en una invitación a la rotación y a la falta de profesionalismo.
Gobernadores proclives al cortoplacismo regatean recursos incluso para los insumos básicos con los que tendrían que contar estos centros.
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Marcos jurídicos insuficientes
En...
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