Juan Ciudadano / Menos cuentos, más cuentas
| Autor | Juan Ciudadano |
Conforme las campañas presidenciales se acercan al final, todos los partidos han probado tener personajes impresentables y todos también tienen en su haber episodios de corrupción solapada.
La única alternativa para los candidatos es tratar de defender su honestidad en lo personal; presentarse como implacables frente a la corrupción.
Josefina Vázquez Mota ha pretendido hacer de este tema su principal contraste con sus dos adversarios; en el primer debate insistiendo en los malos resultados de Enrique Peña Nieto en el Estado de México en las evaluaciones de Transparencia Mexicana. En el segundo lanzando dardos contra la gestión de Andrés Manuel López Obrador en el Distrito Federal.
López Obrador también centró su participación en el debate en el tema de su honestidad personal. Y desde ahí lanzó su propuesta más espectacular: "es mucho dinero el que se va por el caño de la corrupción. Vamos a liberar 300 mil millones de pesos con el combate a la corrupción".
Peña Nieto estaba obligado a abordar el tema, él lo que propuso fue la creación de una comisión para combatir la corrupción en los tres niveles de gobierno, conformada por ciudadanos que fiscalicen y entiendan dónde se gastan los recursos.
Ninguno de los tres candidatos se toma la molestia de presentar, aunque sea en términos muy resumidos, ¿cuál es el diagnóstico del problema?
¿Por qué no avanzamos, o avanzamos tan poco, a pesar de que en la última década se han aprobado leyes, se han creado instituciones y el tema ha estado en el centro del debate nacional?
La realidad es que cuando hablamos del mal uso de los recursos públicos estamos todavía pasos atrás de poder combatir la corrupción y el uso eficiente de los recursos. Para evitar desvíos tiene que haber transparencia, pero no es suficiente. La apertura de las finanzas sirve si la información es entendible y comparable.
El 2009 inició con la publicación en el Diario Oficial de la Ley General de Contabilidad Gubernamental. En su carácter de "Ley General" la obligación de armonizar la contabilidad recae sobre todos los órdenes de gobierno.
Las normas aplican a la forma en que se presentan ingresos, gastos, deuda, todo. Para poder transitar de la contabilidad anárquica de los estados a la contabilidad ordenada y pareja, ocupamos que las mismas reglas apliquen a todos. Para eso se creó en la misma Ley el Consejo Nacional de Armonización Contable.
Tener a todos los gobiernos estatales...
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