Juan Ciudadano / IFAI empantanado

AutorJuan Ciudadano

Ésta es la historia en un párrafo. Hasta hace un mes, la transparencia era parte del inventario de los no-problemas para el Presidente y su sucesor. Al parecer, la falta de asuntos por resolver les producía aburrimiento y entonces dijeron: "Hagamos del IFAI un problema"... y, en tres semanas, lo lograron.

El reemplazo de los dos comisionados a los que les concluyó su período ha estado marcado por el descuido, el manoseo, la ausencia de criterios de selección y la opacidad.

Lo que debiera ser la "niña de mis ojos", tanto para Vicente Fox, creador del organismo, como para Felipe Calderón, quien logró la aprobación de la Ley de Transparencia en la Cámara de Diputados, ha sido dejada a su suerte.

Los descuidos -por llamarlos elegantemente- en la sucesión del IFAI son políticos, jurídicos, administrativos y de falta de transparencia.

El yerro político

El origen del problema está en la presión que desde el equipo de Felipe Calderón se hizo al comisionado Horacio Aguilar para votar por Alonso Lujambio para la presidencia del organismo.

Unas semanas después, el "disciplinado" funcionario fue informado de que su colega María Marván sería ratificada y él no.

Aguilar, con el sentimiento de una novia traicionada, se amparó para exigir a la Presidencia acceso a los documentos que respaldan la decisión de su no ratificación.

Al margen de la poca autoridad que le deja al comisionado quejoso el haber reconocido resolver su voto por presiones externas, ¿cuál era la necesidad de presionar el voto de parte del equipo de Calderón, sobre todo cuando Lujambio ya tenía los tres votos para amarrar la presidencia del IFAI?

Los yerros jurídicos

Hay por lo menos un par de descuidos jurídicos que pueden provocar que el entrampamiento en la sucesión del IFAI se alargue por meses y afecte el desahogo de trabajo del organismo.

El primer error es de primero de primaria.

Para que un servidor público sea ratificado en su puesto, el primer requisito es que lo sea.

El período de Horacio Aguilar y María Marván terminó el 11 de septiembre del presente año. La "ratificación" la recibió Marván un día después, es decir, cuando ya no era comisionada, por lo tanto, se trata de una reelección que no está permitida en la Ley.

Un segundo error es que la candidata que el Gobierno federal empuja para suceder a Aguilar es Jacqueline Peschard, ex consejera del IFE.

La Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos la imposibilitan a ella -y también a Lujambio- para...

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