Juan Ciudadano / Elecciones: - dinero, + credibilidad
| Autor | Juan Ciudadano |
Los descansos del ruido electoral son menos y más cortos de lo que quisiéramos.
En México siempre estamos en campaña, pero el problema no está tanto en eso, como en el hartazgo que produce el dispendio de partidos, candidatos y árbitros electorales.
A un mes de iniciar un nuevo maratón electoral -entre mayo y noviembre los mexicanos elegiremos más de mil 200 Alcaldes, renovaremos casi la mitad de las legislaturas locales y votaremos a tres nuevos Gobernadores- es buen momento para pensar en cómo curar el fastidio y el dispendio electorales, problemas ambos que afectan la vida democrática.
La fórmula está lejos de ser novedosa, pero el reto no está en conocerla, sino en implementarla: transparencia total y mayores controles sobre el gasto.
Es cierto que en el proceso electoral del 2006 pudimos conocer un poco más del gasto de los partidos que en las elecciones previas, pero de cualquier forma, la pinza transparencia-austeridad está lejos de funcionar a su nivel óptimo.
El tema afortunadamente ya está en el Legislativo. Será en las próximas semanas o meses que definiremos si en la elección federal del 2009 podremos dar un verdadero salto hacia adelante.
En el Legislativo, con diferentes niveles de avance, están: la reforma al Artículo 6 de la Constitución que necesita ser reglamentado, la propuesta de Juan José Rodríguez Prats de reducir y transparentar el financiamiento a los partidos y la reducción -todavía tímida- que hizo el Congreso al presupuesto del IFE para el 2007, tendencia con la que tendría que continuarse para el 2008.
Dice el nuevo Artículo 6 que "las leyes determinarán la manera en que los sujetos obligados deberán hacer pública la información relativa a los recursos públicos que entreguen a personas físicas o morales, estas últimas con independencia de su naturaleza pública o privada".
Es cierto que aquí están incluidos los partidos, pero también que hubiera sido mucho mejor hacer mención expresa de ellos como obligados directos a transparentar.
Para enmendar esta insuficiencia se hace necesario trabajar en una nueva ley reglamentaria que aclare y establezca procedimientos sencillos y ágiles a través de los cuales el ciudadano pueda vigilar el uso de los recursos por los partidos.
Una segunda discusión, apenas incipiente, es la que tiene que ver con las modificaciones, primero constitucionales y después reglamentarias, para reducir el absurdamente alto financiamiento de los partidos políticos en México, propuestas por...
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