Las joyas de Yuriria
| Autor | Ivett Rangel |
Fotos: Jorge Delgado Enviados
YURIRIA, Gto.- En Yuriria, como en Valle de Santiago, la realidad se entreteje con mitos y leyendas.
Al caminar alrededor del lago y de la laguna de este municipio al sur de Guanajuato, emergen historias insólitas.
En el cráter de La Joya surge la primera: el agua del lago se tiñó de rojo intenso el 19 de septiembre de 1985, justo el día del terremoto en la Ciudad de México. Una fotografía publicada en el libro "Yuririapúndaro" (1978), de J. Jesús Guzmán Cíntora, lo constata.
Según explica Óscar Lara, el guía, el lago de este cráter, junto con los de La Alberca y Rincón de Parangueo, en Valle de Santiago, cambiaban de color antes de un desastre natural: sismos, inundaciones o explosiones volcánicas.
Los científicos comenzaron a estudiar el fenómeno y a barajar teorías; sin embargo, con el paso de los años, el agua en los cráteres se extinguió y ninguna pudo comprobarse.
El cronista de la región, Benjamín Lara González, también dejó constancia de las aguas teñidas de rojo en un escrito de 1970, en el que rescata el testimonio de un pescador que frecuentaba el lago.
"La laguna se enferma cada que hay un temblor o hace erupción algún volcán. Hasta lo que pasa bien lejos de aquí lo registra la laguna. Entonces empieza a salir un color rojo que tiñe las aguas.
"Ya cuando se va a aliviar, entonces el rojo se transforma en una nata a las orillas de la laguna, y mueren los moscos y los charales. Nosotros no podemos pescar. Tenemos que esperar a que vuelva a aclararse todo".
Dos siglos antes, un sacerdote agustino, fray Matías de Escobar, escribió en su "Crónica de la provincia agustiniana de Michoacán" (1729): "Muchos pensaron que el haber sido el suelo de este pueblo Palestra de Marte, en que se vertió tanta sangre cuanto fue necesaria, fue lo que granjeó el nombre de Yuririapúndaro, que es lo mismo que 'laguna de sangre' (en purépecha).
"Pero lo que le da el nombre es una laguna inmediata a la población, que tiene color sanguíneo. En esta laguna debió haber sido donde arrojaban los cuerpos a los ídolos... En las aguas debe haber sangre que clame y pida venganza".
Actualmente, La Joya es un rincón de paseo para los lugareños y de veneración de la Virgen de Guadalupe, ante una imagen hallada en uno de los peñascos.
Aquí regresó el agua en 1995, porque se bombea a través de un pozo, sólo para conservar este lugar tal como solía ser desde hace 13 millones de años.
Muy cerca del cráter, a 20 minutos caminando, está el...
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