'Jóvenes: no olviden jamás'

AutorJana Beris

JERUSALÉN.- A 73 años de la liberación del campo de concentración Auschwitz-Birkenau, símbolo del odio, la discriminación y la deshumanización de la Segunda Guerra Mundial contra el pueblo judío, las víctimas piden a las nuevas generaciones no olvidar.

Tres sobrevivientes de la también llamada Shoá contaron a REFORMA su experiencia en aquel infierno con la esperanza de evitar nuevos genocidios y fanatismos, en el marco del Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto.

En ese tiempo, unos seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis, casi la tercera parte del pueblo de dicha comunidad en ese entonces.

'Deben saber la verdad'

Esta semana, durante la inauguración de la exposición "Destellos de memoria", en el Museo Recordatorio del Holocausto, en Jerusalén, la sobreviviente Vera Krigel Grossman, de casi 80 años, se reconoció en una imagen.

"¡Esa soy yo! No puedo entender cómo sobreviví", dijo, apuntando a la fotografía hacia la niña que fue, en medio de un grupo de varios pequeños que corren entre alambres de púa.

Ella y su hermana melliza fueron víctimas de los "experimentos" de Joseph Mengele, médico y oficial del Ejército alemán del campamento de concentración de Auschwitz que realizó pruebas genéticas con humanos, la mayoría en gemelos.

"Todos deben saber qué ocurrió, que no es un invento, deben saber la verdad y entender lo que sufrió el pueblo judío.

"Es la ley de la vida, todos nos moriremos y dentro de unos años, no habrá quién relate lo que pasó", agregó Krigel.

La esperanza era ver a su familia

Marta Weiss insiste en la necesidad de relatar lo vivido durante la Segunda Guerra Mundial para que no vuelva a repetirse jamás.

"Es imposible olvidar", sostuvo.

Esta mujer de 89 años ha contado su experiencia en innumerables ocasiones ante diversos grupos y hace dos años lo hizo, incluso, ante la Asamblea General de la ONU por invitación del Embajador de Israel, Danny Danon.

Tenía apenas 5 años cuando estalló la guerra. Su vida en la ciudad de Bratislava, Checoslovaquia, era feliz y cómoda hasta que todo cambió para siempre. Su familia tuvo que dejar su casa y, en 1942, ella y su hermana mayor, Eva, fueron enviadas a...

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