Nosotros los jotos / Mr. Enero

Virgo -mas no virgen-, veinteañero seguidor del América y buen lector de la literatura fantástica de Ray Bradbury, Cristian Orlando es nuestro cachondo Mr. Enero.

Al galán de inquietantes labios carnosos le prenden los besos en el cuello, sobre todo cuando se los da un hombre alto y "mamado", pelón y con tatuajes... ¡Uf!, ¿a quién no?

Hijo de septiembre y de Milpa Alta, nuestro modelo inaugural del 2014 es estudiante de la UNAM y sin ningún complejo confiesa que le gusta que le soplen la nuca, aunque algunas veces le ha dado la vuelta a su compañero de maromas para que muerda la almohada.

Lleva dos años soltero pero, aclara, no está capado, y le gustan las fiestas de música electrónica; uno de sus amores imposibles es el DJ Tiësto, un holandés rubito de ojos verdes más hermosos que los míos (que ya es decir, jua).

Cristian Orlando fue un niño precoz que desde el tercero de primaria aplicó la máxima que reza: "¡Al primo se la arrimo!". Durante las comidas familiares el juego de las escondidillas con los parientes de su edad y un poco mayores resultó propicio para empezar con los fajes que dieron paso a los besos y terminaron con un Orlandito hincado frente al "grande y riquísimo" chupirul de Luis, el primo velludo adolescente.

"Echaba ríos de leche", recuerda nuestro Adonis de la tierra del nopal y todavía se relame los bigotes.

"Siempre quería penetrarme pero, que yo recuerde, nunca lo hizo; estábamos muy locos y hasta en los baños de la iglesia teníamos nuestros queveres".

El muchacho de estrecha cintura y tiernos pezones color chocolate tiene su pegue con los heteros, que le apasionan. Entre esos mangos prohibidos que ha disfrutado en su corta pero gruesa vida, escoge al Güero para compartir su historia con Nosotros los jotos:

"Por mis primos conocí al Güero, un muchacho alto y delgado, un año mayor que yo, con unos brazos de trabajador de campo y unas manotas de ensueño.

"Hace unos tres años, mis primos lo invitaron a un balneario en Cocoyoc adonde fuimos a celebrar mi cumpleaños con una pedototota.

"En la orilla de la alberca, yo ya borracho empecé a besarme con una vieja que la neta estaba fea. Luego el Güero se la quiso echar y la chava se negó las mil...

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