Josefina Leroux / Fox y la mota
| Autor | Josefina Leroux |
El antiguo promotor de la Coca-Cola vuelve a sus orígenes, pero ahora promoviendo la legalización de la mariguana para poder sembrarla y comercializarla.
En su Centro Fox, el ex Presidente organizó el primer Simposio EU-México (y no al revés) sobre "Legalización y Uso Médico de Cannabis", al que invitó a personalidades internacionales y nacionales que avalaran su propuesta para empujar la opinión pública y la ley hacia reglamentar la cannabis, ya que Estados Unidos lo ha hecho en 20 estados y no tiene sentido continuar una lucha infructuosa que tanta muerte ha causado.
La mariguana tiene un poder medicinal y debería ser comercializada por empresarios y no por traficantes que no pagan impuestos y delinquen, ha repetido el hoy agricultor Vicente Fox.
Lo prohibido es más atractivo, es cierto, la cualidad más humana que tenemos es la libertad. No nos la repriman porque su rescate se convertirá en una misión de vida.
Pero la crisis de inseguridad y violencia que sufrimos desde hace siete años ya no se debe en exclusiva al tráfico de mariguana, sino a muchos más giros negros que proliferan en un escenario de impunidad reconocido por todos.
Cualquier negocio, por perverso que imaginemos, tiene lugar en México sin que la autoridad pueda frenarlo: esta guerra terminó por comprobarlo.
Es que la palabra legalidad en nuestro País es un asunto retórico que del discurso no se lleva a la práctica. La mancuerna de la corrupción y la impunidad debiera ser el centro de la discusión, y no la legalidad de una droga, porque será como quitarle un pelo al león.
Fox y muchos políticos liberales comparan esta prohibición con la del alcohol de hace décadas en Estados Unidos, augurando que con la legalización de la hierba se terminaría la violencia. Pasan por alto que el problema presente no es el mercado negro de esta droga que se considera blanda, sino la variedad de sustancias artificiales que se han desarrollado para su venta, aunque aseguran que respecto a la mariguana se trata del 80 por ciento de las ganancias.
Los liberales apuestan a la responsabilidad del individuo, ya que, aducen, el Estado no debe ser la nana del ciudadano.
No obstante, siendo precisamente el Estado el encargado de la seguridad del ciudadano le corresponde regular lo que puede ser nocivo, y por supuesto educar para que la decisión de cada uno sea consciente.
Pero es necesario saber que no todas las personas se han individuado, lo que significa que no...
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