Josefina Leroux / Ciudadanas y activistas

AutorJosefina Leroux

En las últimas semanas se me acercaron tres jóvenes preocupadas por los abusos gubernamentales y los daños causados a gente cuya voz no se escucha. Dos de ellas son vecinas de Juárez, N.L. Una dice que "el lugar apesta".

¿Es literal o simbólica tu expresión?, le pregunté.

"Real y simbólica", contestó.

Resulta que el candidato por el que votó la mayoría, Américo Garza, del Partido Encuentro Social, ganó en las elecciones pasadas, pero le quitaron votos por supuesto fraude.

"Los vecinos de Juárez estábamos cansados de la inseguridad, de los levantados, de los muertos desconocidos y conocidos que ocurrían frecuentemente. Américo representaba la esperanza".

Heriberto Treviño, del PRI, ya fue Alcalde de Juárez y ahora vuelve al poder.

"Tendremos que regresar a resguardarnos a nuestras casas y a no salir de noche", me decía resignada la chica. "Además, tendremos que aguantar la peste porque ya dijo el Gobierno que está en bancarrota y que no hay dinero para recoger la basura diariamente".

Otra joven me expresó su rabia en un mensaje.

"Pero continúo con mi vida y, como todos los juarenses, sigo mis rutinas".

Después de la elección de junio pasado, Garza ganó por 447 votos, pero con base en dos actas notariales fuera de protocolo, una de ellas emitida por la Notaría 88, la Sala Regional del Trife revocó el triunfo de Garza para otorgárselo a Treviño en la Alcaldía de Juárez.

Después de esta noticia fueron continuas las manifestaciones de quienes no quieren que vuelva el Alcalde priista.

"Pero tenemos que trabajar, no podemos ser activistas de tiempo completo", decía una de las chicas.

En una latitud diferente, otra joven, una estudiante de derecho y activista por vocación, dice que lo único que le da sentido a su vida es ayudar a quienes han sido abandonados por la sociedad.

Ella, con otros compañeros, apoya a un grupo de personas del ejido Noria de la Sabina, del municipio de General Cepeda, Coahuila, para impedir que la empresa Sociedad Ecológica Mexicana del Norte les instale en sus terrenos un basurero tóxico, el CIMARI (Centro Integral de Manejo de Residuos Industriales).

En agosto del 2014, la Procuraduría Agraria le facilitó el camino a esta empresa cuyo dueño es Daniel Calvert Ramírez, ex titular de la Canacintra en Coahuila, para lograr convencer -mediante el engaño, afirman- a una mayoría de ejidatarios para que le otorgaran la posesión de la parcela 97.

"El Sr. Javier Calderón Domínguez (representante legal...

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