José Woldenberg / Valores enfrentados

AutorJosé Woldenberg

O de cómo los personajes en conflicto argumentan lo mismo según la situación en la que se encuentren.

"Son obligaciones de los partidos políticos nacionales abstenerse de cualquier expresión que implique diatriba, calumnia, infamia, injuria, difamación o que denigre a los ciudadanos, a las instituciones públicas o a otros partidos políticos y sus candidatos, particularmente durante las campañas electorales y en la propaganda política que se utilice durante las mismas". Eso dice el artículo 38.1.p. del Cofipe.

No es difícil imaginar que en su momento los legisladores consideraron esa norma pertinente para apuntalar debates de altura que pusieran en el centro los diagnósticos y propuestas de los partidos y candidatos, y para evitar que la política se degradara en una espiral de "diatribas, calumnias, infamias, injurias, difamaciones". Especialmente, pensaban en las campañas electorales y en la propaganda que se intensifica durante las mismas. Se trataba de construir un clima de discusión y confrontación civilizadas y de cerrarle el paso a su eventual descomposición; de construir un dique contra los dichos y fórmulas que desgastan y envilecen a todos.

Ahora bien, de cuando en cuando, un partido y un candidato se sienten calumniados, infamados, injuriados, etcétera por lo que dice y critica su adversario. Y con todo derecho acuden a la autoridad electoral (IFE) para que sancione y ponga un hasta aquí a quien denuncian como un infractor de la ley. Esperan que la autoridad castigue y detenga el mensaje que se considera infamante. No obstante, de manera recurrente y espectacular los papeles de los partidos inculpados y denunciantes siguen una misma línea argumental. A acusa a B o B acusa a A. Pero A y B como demandantes utilizan los mismos argumentos y A y B como demandados hacen lo mismo.

Quien acusa se apoya en el artículo del Cofipe citado. Pero quien es acusado saca la Constitución y repite: "La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público..." (Art. 6), y agrega: "Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad pueden establecer la previa censura... ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública" (Art. 7).

Subrayo: en los últimos años todos los...

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