José Woldenberg / ¿El futuro?

AutorJosé Woldenberg

No es recomendable tratar de predecir. Las probabilidades de fallar son muy altas porque el futuro es una tierra incierta. Pero intentar preverlo puede servir para colocar en el debate alguna preocupación.

Si hoy fueran las elecciones -según todas las encuestas- el próximo Presidente sería Andrés Manuel López Obrador. Faltan dos meses para los comicios y por ello no se puede hablar de certeza sino de altas probabilidades. Su larga visibilidad pública (18 años) como opositor a los sucesivos gobiernos; su vena popular de la que carecen sus contrincantes; sus formulaciones simplistas, refractarias a asumir la complejidad, pero altamente "pegadoras"; pero también el hartazgo producto de fenómenos de corrupción reiterados, de la expansión de la inseguridad y la violencia, de la marcha de una economía que es incapaz de ofrecer un horizonte medianamente promisorio a millones de jóvenes y de una desigualdad social que se vive con absoluta insensibilidad por parte de las élites; más una percepción extendida y elemental que coloca toda la responsabilidad de las carencias y rezagos en la mal llamada clase política ("ya fallaron los otros, le toca a él"), han sido el terreno fértil para el crecimiento de su candidatura.

(Me) Preocupa, sin embargo, su resorte autoritario. En cada ocasión que una institución o individuo discrepan de sus opiniones o iniciativas la descalificación se produce en automático. A nadie le gusta ser contradicho, pero la reacción de AMLO nunca toma en cuenta lo expresado (las razones) sino los supuestos intereses y motivaciones "inconfesables" de sus adversarios. Ha descalificado en distintas ocasiones a la Corte y a bancadas de legisladores, a empresarios y comentaristas, a publicaciones y agrupaciones civiles, por el simple hecho de apartarse de sus puntos de vista. Y por supuesto que se puede y debe debatir con ellos. No existe ni debe existir institución o actor intocable. Pero su método no consiste en rebatir los argumentos, en colocar mejores diagnósticos sobre la mesa, en matizar o desmontar las aseveraciones de sus contrarios, sino en la descalificación de bulto, colocándolos en un cajón de sastre que si no fuera ominoso sería risible: "la mafia en el poder". Lo que "descubre" son presuntas intenciones aviesas, jamás se detiene a pensar que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR