José Woldenberg / Construyendo una fortaleza

AutorJosé Woldenberg

Como si los partidos políticos gozaran de un gran aprecio público, como si no estuvieran obligados a fomentar la participación ciudadana, como si aquellas corrientes asociadas que no se identifican con ninguna de las organizaciones existentes y desean participar en elecciones merecieran enfrentar una carrera de obstáculos, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal decidió complicar el registro de partidos políticos locales. Los legisladores no se asumieron como los responsables de pavimentar el terreno para incrementar la participación y eventualmente las ofertas políticas, sino que se pensaron como los celosos guardianes de una fortaleza a la que hay que defender de los intrusos.

El 20 de diciembre se publicó en la Gaceta Oficial el nuevo Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del Distrito Federal. Según el artículo 214, para lograr el reconocimiento de un partido político local ahora se requerirá de "un número de afiliados no menor al 2 por ciento de la lista nominal en cada una de las 16 demarcaciones territoriales del Distrito Federal". Antes, sólo se necesitaba del 0.5 por ciento. Además, no cualquiera podrá formar un partido local, sólo las agrupaciones políticas locales tendrán ese derecho (artículo 210). Por si fuera poco, la agrupación tendrá que realizar asambleas en todas las delegaciones con una asistencia mínima de mil ciudadanos (214). Es decir, las barreras de entrada ahora son más altas.

Y no sólo eso, sino que comparado con los requisitos que el Cofipe impone para el registro de los partidos políticos nacionales, el Distrito Federal aparece como mucho más restrictivo. Veamos: un partido político nacional requiere demostrar que tiene el 0.26 por ciento de afiliados con relación al padrón, mientras que en el DF se reclama el 2 por ciento del listado nominal. (Las diferencias entre el padrón y las listas, ya se sabe, están dadas por aquellas personas que no recogen su credencial y suelen ser mínimas). El 0.26 por ciento es nacional, mientras que en la capital se requiere de por lo menos el 2 por ciento en todas y cada una de las delegaciones. A nivel federal ya se erradicó la condición de que sólo las agrupaciones políticas nacionales podrían convertirse en partidos, pero en la capital se mantiene esa restricción. Y mientras que para lograr el reconocimiento de los partidos nacionales se reclama la celebración de asambleas en 20 estados o 200 distritos (el 62.5 o 66.7 por ciento del total respectivo), en el DF...

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