José Núñez Castañeda / ¿Dónde quedó el interés nacional?

AutorJosé Núñez Castañeda

Una guerra de mantas puso punto final al vergonzoso espectáculo de un Cámara de Diputados paralizada e incapaz de responder al interés nacional. No hubo capacidad para lograr la designación de tres consejeros del Instituto Federal Electoral, institución que resiente la apatía de los legisladores. No hubo decisión para asumir las necesarias reformas a una legislación laboral obsoleta y el PRI retiró su propia propuesta. La reforma política aprobada por el Senado, que contenía avances importantes, fue enviada al congelador y se escucharon voces reclamando una absurda, autoritaria y antidemocrática cláusula de gobernabilidad, que pretende ganar la mayoría por la magia del texto de la ley y en contra de la voluntad ciudadana expresada en las urnas. A pesar de la violencia en el territorio nacional, de las fosas clandestinas, del Ejército en las calles para ocupar el vacío de policías carentes de capacidad y confiabilidad o de la muerte de civiles, la Ley de Seguridad Nacional ya aprobada por el Senado quedó en las gélidas temperaturas del sótano del recinto de San Lázaro, en el fallido empeño de incluir disposiciones peligrosas en términos de los derechos humanos.

Lo que se vive en la Cámara de Diputados es el resurgimiento de facciones que solamente buscan los intereses personales de un grupo que ambiciona el poder. Una de las características para distinguir un partido político de una facción es el interés perseguido. En la facción prevalecen los intereses de un grupo; mientras que un partido político existe cuando prevalece el interés general. En los hechos de la vida real, los partidos permanecen en el filo de la navaja y...

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