José Núñez Castañeda / Podemos perder la capacidad de asombro

AutorJosé Núñez Castañeda

Cuando todavía no se resuelven las diferencias sobre el presupuesto y da la impresión de que existe un juego de vencidas entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, los sucesos políticos se multiplican y todos los días nos encontramos frente a una nueva anécdota o ante una circunstancia inédita. Este diario acontecer pone en peligro nuestra capacidad de asombro y nos impulsa a creer que vivimos en el mundo del absurdo, en el imperio de las paradojas o sumergidos en el surrealista cultural.

El lunes de esta semana fue rico en esos acontecimientos. Mientras Marcelo Ebrard comparecía ante la Asamblea Legislativa para dar -por enésima vez- su versión corregida y aumentada sobre los hechos de Tláhuac, el Presidente de la República da a conocer su remoción, en uso de sus facultades constitucionales. Todavía se escuchaban las palabras del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuando afirmaba que no quitaría a Marcelo Ebrard, "aunque se lo pidiera el Ciudadano Presidente". No cabe duda que la responsabilidad política obliga a este tipo de decisiones, sin necesidad de buscarle tres pies al gato. Los hechos de Tláhuac tienen un profundo significado y si no hubo renuncias fueron necesarios los ceses.

El mismo día, en los medios de difusión se anuncia el retiro de Carlos Hank de la pintoresca campaña interna del PRI para seleccionar a su candidato a gobernador. Renuncia sólo a esa campaña, pero no a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR