Tragaluz/ José Narro Céspedes: 'A todos les gusta el sexo'
| Autor | Fernando del Collado |
Un mexicano universal: nació en Tamaulipas, se "ciudadanizó" zacatecano, donde buscó la gubernatura en 1998. Ha sido diputado por el Distrito Federal en dos ocasiones, una por Coahuila y otra más por Zacatecas. Ahora mismo dirige a su partido en la capital del país y ocupa la vicecoordinación en la Cámara de Diputados. Todo bajo las siglas del Partido del Trabajo; a saber, una organización política de oposición, de izquierda, y con 11 años de existencia. Y todo ello, viviendo del erario público:
-¿Cómo sabemos que usted existe?
-Porque hacemos acciones que dejan cambios en la realidad.
-Hoy, ser diputado, ¿qué tiene de honroso?
-Es un espacio del quehacer político que tiene serias dificultades frente al descrédito que vive la clase política nacional, pero sentimos que desde ahí se puede buscar revalorar éticamente nuestro papel.
-¿Y coordinarlos?
-Significa que es imposible que uno logre el cambio solo, como el Llanero Solitito.
-¿Qué es un petista?
-Es una gente que está buscando organizar a la sociedad para su transformación, que sabe que el motor del cambio está en la gente y no en el Estado, ni en el partido, sino en la sociedad.
-¿Y ha de ser serio?
-No necesariamente.
-¿Profundo?
-Tampoco necesariamente.
-¿Para qué sirven los partidos?
-Son un instrumento de la sociedad para participar políticamente.
-¿Y usted cree en el suyo?
-Yo creo en el PT. Lo he construido junto con otros muchos compañeros.
-Esta es una pregunta obligada: ¿Para quién trabaja el Partido del Trabajo?
-Trata de trabajar para la gente. No siempre se logra, pero el objetivo es ponerse al servicio de la sociedad.
-¿Y usted?
-¡Yo trato de hacer lo mismo!
-¿Es un trabajador modelo?
-No, desde luego que no. Somos gente que tiene errores, que tiene dificultades. Pero aspiramos a ser un trabajador modelo.
-¿Ha vivido fuera del presupuesto?
-¡Sí, muchos años!
-¿De qué?
-Soy médico cirujano y mucho tiempo trabajé como tal. Y todavía ahora, vivo de mi trabajo como legislador.
-Y usted, ¿todo lo que gasta lo comprueba?
-¡Casi todo!
-¿Tiene deudas?
-¡Son mínimas!
-¿Secretas?
-¡Nooo!
-¿Cuántas veces ha leído El Capital?
-Lo leí durante la carrera dos o tres veces.
-¿Y la Biblia?
-También, unas tres o cuatro veces.
-¿Se puede ser guadalupano y petista?
-Estoy de acuerdo con muchas de las tesis de la doctrina social cristiana.
-¿Los folletos que imprimió su partido contienen pornografía?
-¡Noo!
-¿Habrá quienes los lean?
-Yo creo que sí. Aunque cada vez hay menos gente que lee en...
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