José María Murià / La honestidad de la Clinton

AutorJosé María Murià

Las cosas en su lugar. La flamante Secretaria de Estado del "vecino país del norte" ha sido, hasta donde yo sé, el primer personaje de primera línea del Gobierno de esa nación que ha dicho las cosas tal como son, en lo que se refiere al trasiego de narcóticos prohibidos a través de la frontera que, por fortuna, todavía nos separa.

La opinión pública estadounidense tiene bien arraigado, después de tantos años de manipulación de sus acríticas mentes, que los malvados del sur han sido los causantes del vicio en su país, a base de llevarles cantidades enormes de drogas... Pero lo peor es que muchos capitostes actúan en consecuencia de lo que su peladaje considera una verdad incontrovertible. Combatir el narcotráfico mediante vallas y vigilantes en la frontera ha sido una táctica muy socorrida, sin importar su costo ni su inutilidad.

Se ha hecho caso omiso de aquel principio capitalista: lo que marca la producción es el mercado y no al revés. O, como dicen ahora, después de que mi amigo Ricardo Elias lo asentó por vez primera: si se quiere que México deje de ser el trampolín de la droga prohibida, lo que tienen que hacer es tapar la alberca. Si no hubiera tantos clientes en una sociedad tan descompuesta, no habría tantos vendedores.

Asimismo, tampoco se tiene presente que los mexicanos y nacionales de otros países del área llevan el producto hasta allá, pero que los grandes distribuidores más arriba del Río Bravo, con la connivencia de quién sabe quienes, hablan perfectamente bien el inglés y nunca se ha apresado a ninguno.

Pero la señora Clinton, con todas sus letras, ha dicho otra cosa muy importante que la Cancillería mexicana ha venido planteando también desde hace tantos años, en tanto que su institución homóloga de EU se hacía ojo de hormiga: la relación que, con las drogas que van p'allá, tienen las armas que vienen p'acá.

Ese perverso circuito comercial de comprar armamento tan sofisticado con los muchos dólares que ingresan con los narcóticos, resulta muy favorable a los fabricantes de armas que, como sabemos, están mayormente imbricados con el Partido Republicano.

Además, semejantes pertrechos bélicos favorecen el trabajo de los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR