José Agustín/ Ay, manito, ¿dónde estás?
| Autor | José Agustín |
Señoras, esto no es de todos los días. Para mí se trata de un éxito insólito y muy significativo, porque el soundtrack está compuesto por viejas canciones rancheras y folclóricas, tradicionales, llenas de inspiración, autenticidad y una gran pureza, que muestran lo más profundo del alma de la naturaleza.
Las canciones son buenísimas, pero brillan más porque están muy bien puestas en la película, una versión muy muy libre de "La Odisea", de Homero, en la que George Clooney interpreta sensacionalmente a un preso, obsesionado por aplanarse el cabello con redes y con la pomada Dapper Man, quien se escapa de una chain gang, la cuadrilla de presos condenados a picar piedra, con sus compañeros de cadena Pete y Delmar, alias John Turturro y Tim Blake Nelson.
Para convencerlos les dice que tiene escondidos un millón 200 mil dólares y que los compartirá con ellos, pero en realidad no hay tal lana y él, como Ulises, va en busca de su esposa Holly Hunter, quien naturalmente se llama Penny pues, como Penélope, se quedó esperándolo en Itaca, Mississippi, y ahora está a punto de casarse.
La odisea de los tres presos, que perseguidos por la policía encuentran ciegos por todas partes, incluyen una procesión religiosa en la que Turturro y Nelson son bautizados en el río, por lo que se consideran "salvados"; con todo y eso se hacen amigos de un negro que le vendió el alma al diablo para ser el mejor guitarrista de todos los tiempos, como dicen que hizo el gran bluesero Robert Johnson, y con él graban una canción ("I Am a Man of Constant Sorrow"), que firman como los Soggy Bottom Boys y que, sin que ellos lo sepan, se vuelve un hitazo.
Acompañan al loquísimo bandido Baby Face Nelson en el asalto a un banco y encuentran a las sirenas, cual debe de ser, que aquí cantan "You and Me and The Devil Are Three"; por tanto, no extraña que después un terrible vendebiblias (John Goodman tuerto y encuadrado desde abajo para que semeje un cíclope) les ponga una golpiza, no sin antes hacer gala de un lenguaje increíblemente retórico, barroco y tan rebuscado que resulta muy divertido y que, de hecho, es característico de la época y de la película.
Los tres presos también se topan con una delirante reunión del Ku Klux Klan y salvan del linchamiento al pobre guitarrista negro, que había sido atrapado, así es que de nuevo se reúnen los Soggy Bottom Boys. Llegan a Itaca, donde Ulises Clooney con grandes esfuerzos recupera a su esposa Penny-Penélope y a sus seis hijitas, que...
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