Tragaluz/ José Luis Luege: 'Hay que ordenar la casa'
| Autor | Fernando del Collado |
Aún conserva la cara inmaculada de su primera comunión. Quiso ser sacerdote pero se le dio más la ingeniería metalúrgica, las empresas y la representación popular. Acabó en el PAN. Ahora se levanta temprano, niega poner en venta las candidaturas y dirige a la chilanga banda panista. La que queda:
-¿Qué hace un metalúrgico en política?
-Pues, cumplir una vocación... Finalmente, todos somos políticos.
-¿Eso no es materia pesada?
-No, cumplir tu vocación es lo más ligero.
-¿Se le están oxidando las estructuras?
-¡Al sistema será!
-¿Y las coyunturas?
-Estamos en la mejor coyuntura de México. La más importante: floreciendo, diría.
-¿Nos dirá que la casa está en orden?
-Nooo.
-¿No?
-No... definitivamente.
-¿Qué nos puede decir al respecto?
-Que precisamente hay que ordenar la casa. Y la transición, en gran medida, es eso: ponernos de acuerdo para poder ordenar la casa.
-¿Están enfrentados?
-Algo.
-¿Divididos?
-¡También!
-Todo, ¿menos disciplinados?
-¡Tampoco!
-¿Dirá que eso es democrático?
-Es parte de la democracia.
-¿Será que anda de mañanero?
-En parte, puede ser.
-O séase ¿qué muy gallito o qué?
-No, simplemente en mi papel.
-¿Y madrugar le está ayudando?
-Siempre he madrugado. Desde muy joven me levanto a la misma hora.
-¿Dios lo apoya?
-Yo creo que sí.
-Por cierto, ¿quién recogerá el tiradero en el PAN?
-No hay tal tiradero. Hay problemas, pero no hay tiradero.
-¿Quién pondrá orden?
-La vida institucional del partido y la propia militancia.
-¿Quién les hará caso?
-Nosotros mismos, somos institucionales y sabemos ponernos de acuerdo.
-¿Quién les restituirá la fe?
-Nosotros mismos.
-¿Eso es tenerse confianza?
-En uno mismo, sí.
-¿Todo cabe en la ciudad de la esperanza?
-Sí... es una ciudad muy plural, donde todos cabemos y hay espacio para todos.
-¿Es de cristiano no tener esperanza?
-No, al revés... es de cristianos tener esperanza. ¡La verdadera esperanza, no la virtud de la esperanza!
-¿Y usted la tiene?
-Yo sí, ¡por supuesto!
-Oiga, me gustaría ser diputado.
-¡Pues hay que apuntarse!
-¿Se gana más como diputado o como delegado?
-Ahora se gana más como diputado.
-¿Qué se necesita para serlo?
-Bueno, tener vocación de servicio, ganas de trabajar por la sociedad y ganas también de tener sacrificio.
-¿Puedo ser diputado si soy ministro de culto?
-Sí puede serlo.
-¿Y presidente del PAN?
-¿Ministro de culto?, ¡no!
-¿A cómo me vende una candidatura?
-Nooo... ésas no se venden, definitivamente.
-¿Le ofrezco unos diamantes?
-No, eso es un infundio...
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