José Luis Lezama / El ciudadano Quadri

AutorJosé Luis Lezama

El candidato del Panal a la Presidencia de la República, Gabriel Quadri, pareció aprovechar el debate como una especie de diván para externar una gran duda que en apariencia lo asalta en su nueva condición política, una duda hamletiana que nace de su doble condición de ciudadano y político. Da la impresión de una persona que irrumpe en la gran escena pública avergonzado de sus pulsiones políticas: "ser o no ser un político", esa es la cuestión que resume sus estados de ánimo.

Percibe, lo cual no requiere de gran esfuerzo intelectual, a una clase política que en México, igual que en el mundo, está desgastada, desacreditada, que no representa a la sociedad y ni siquiera a aquellos sectores o grupos que dice o debe representar, que se representa a sí misma, que no puede ser únicamente vista como "servidora" de los poderosos, sino también de sus propios intereses. Al "descubrir" esa suerte de repulsión que algunos experimentan hacia "los políticos", le resulta oportuno desmarcarse de ellos con el fin de beneficiarse de ese sentimiento y traducirlo en votos.

Se presenta, igual que la candidata del PAN, como un candidato "diferente". Su diferencia consiste en no considerarse político (sucio, corrupto), sino ciudadano (puro, honesto). Muchos podrían sacarlo de dudas, diciéndole que los políticos también son ciudadanos, que su ejercicio político no los enajena de su condición ciudadana. Quadri no tendría por qué avergonzarse, los políticos no son por naturaleza malos; aunque tampoco los ciudadanos son por definición buenos. La distinción políticos-ciudadanos no equivale a la de corruptos-honestos.

Podría decirse que esta argumentación es muy elemental y que Quadri no debe tener ningún problema para entender algo tan simple. Si esto es así, puede entonces también decirse con la misma simpleza lógica que su problema no es de identidad (ciudadano o político), sino que su "desprecio" a los políticos es una mera estrategia de mercadotecnia política electoral para hacerse gracioso ante aquellos quienes los aborrecen y, por tanto, que Quadri, tal vez no miente, como dice el spot del PAN contra Peña Nieto, sino que Quadri simula. Es, tal vez, porque simula que tiene que recurrir a tantos malabarismos para convencer a una ciudadanía, particularmente los jóvenes, y sobre todo los universitarios, que cada vez más le reclaman a algunos candidatos por esta simulación y, especialmente a él, por defender con una doble moral la dudosa reputación de quienes lo...

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