José Luis Lezama / Agenda ambiental 2006

AutorJosé Luis Lezama

Para efectos prácticos la administración que encabeza el presidente Fox ha concluido ya. De hecho las señales más claras de este final llegaron desde el 2004, cuando el propio Presidente alentó el arranque de la sucesión, involucrándose directamente en la lucha por el poder. Diversas secretarías de Estado ajustaron sus calendarios administrativos al político-electoral. Así ocurrió con las secretarías de Energía, de Relaciones Exteriores, de Gobernación y con la propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Nada de lo que se haga en la administración pública en los próximos dieciocho meses será trascendental para llegar al fondo de los grandes problemas nacionales. En la Semarnat no sólo han emigrado algunos de sus cuadros técnicos más valiosos, sino que el propio secretario se dispone a abandonar el cargo para buscar la candidatura de su partido a la Presidencia de la República o para cualquier otra tarea partidista en los preámbulos de la elección presidencial. Muchos pendientes quedarán en todos los ámbitos de las políticas públicas y de las grandes reformas estructurales con las que el equipo del Presidente pensó pasar a la posteridad. En materia ambiental ocurrirá lo mismo. En cada uno de los problemas ambientales existen vacíos de gestión gubernamental, déficit que la actual administración no supo cubrir. El periodo sexenal que arrancó en el 2000 y que formalmente concluye en el 2006, ya no es ningún punto de referencia para plantearse objetivos y metas. Las propias fuerzas políticas opuestas al Presidente y al partido en el poder no mostrarán ninguna voluntad para facilitarle los éxitos político-administrativos que la Presidencia ansía: los tiempos que corren ya no son los del presidente Fox sino los del 2006.

En la antesala del inicio del proceso electoral por la sucesión presidencial, los problemas ambientales de México vuelven a emerger en toda su dimensión y con ese carácter de urgencia que han asumido desde hace algunas décadas. El medio ambiente está en crisis, aun cuando los actores involucrados y la propia sociedad no lo perciban de esa manera. La administración del presidente Fox puede considerarse como un fracaso ante lo ambiental. Al no asignarle a este sector un lugar relevante dentro de las prioridades de su administración, no se le brindaron los recursos económicos, institucionales y de autoridad necesarios para frenar el daño a los ecosistemas y a las poblaciones que de ellos dependen. Por otra...

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